Nadal repite en las semifinales de Australia sin ceder un sólo set, mientras que su rival vive un gran momento desde su éxito en la Davis.

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Miguel Luengo|MELBOURNE
En su encuentro número cien en un torneo del Grand Slam Rafael Nadal persigue hoy (9.30, Cuatro) su primera final del Open de Australia. El número uno del mundo se enfrenta a Fernando Verdasco con la posibilidad de reeditar la presencia de un mallorquín en el duelo decisivo del primer grande del curso doce años después de que Carlos Moyà peleara por el título ante Pete Sampras en 1997.

La cita de Melbourne Park ha sido esquiva para el tenis español, que se asegura la presencia de un representante en la final. Hace doce años que nadie lo conseguía y hace once desde el último zurdo que ganó el Abierto de Australia. Fue el checo Petr Korda en 1998. Era su primera final y superó al chileno Marcelo Ríos en tres sets, y ahora, once años después, otro jugador de estas características, Rafael Nadal o Fernando Verdasco, estará el domingo en ese último partido. Los dos se miden con antecedentes totalmente favorables a Nadal, que ha ganado los seis enfrentamientos anteriores. En el último, en Roland Garros el año pasado, sólo cedió tres juegos, aunque Verdasco es otro Verdasco desde la final de la Copa Davis.

El de Manacor sabe ahora que no se encontrará con un rival acomplejado por aquel resultado. Más bien con un rival diferente, más maduro, más jugador y con las ideas y sus objetivos más claros.

Ambos se conocen muy bien aunque no sean íntimos. «Ni siquiera con Feli, que es como mi hermano en el mundo del tenis, cuando nos hemos tenido que enfrentar, nunca hemos ido a cenar juntos la noche antes. Uno deja de ser amigo y deja todo de lado, ya sea en semifinales del Grand Slam o primera ronda de Sydney. Cada uno en este mundo tiene que ir a lo suyo cuando entras en una pista. No pensar que es tu hermano, tu amigo o tu primo», dijo ayer Verdasco.

Nadal no se fía del próximo encuentro, ni siquiera después de llegar a las semifinales de este Abierto por segundo año consecutivo y sin ceder un set como en el 2008. «Sé que será muy complicado pero intentaré salir a la pista para dar el máximo y a morir ahí para estar en esta final», dijo tras vencer al francés Gilles Simon en su partido número 99 de un Grand Slam, con 85 victorias y 14 derrotas.

Nadal considera que Fernando es su amigo y dice de él que está también «a un gran nivel», aunque es consciente que el Verdasco con quien se enfrentará ha cambiado. «Ha ganado a grandes jugadores como Murray y Tsonga y eso le ha dado mucha confianza. Está a un nivel que no ha estado hasta ahora en los últimos años. Los resultados lo demuestran y en la pista también», expresó.

Verdasco dice que en sus conversaciones con Nadal han hablado de todo pero de nada en concreto. «De lo que salga, incluso de fútbol» pero señaló que sí recordaba algún consejo que Rafa le dio tras derrotarle en el torneo de Stuttgart en 2006. «Me dijo que cuando mejorase la forma de moverme y ser más regular durante todo el juego mejoraría mucho», señaló.