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Fernando Fernández Espoleado tras la gesta de Melilla, pero con las dudas que siempre genera el Tenerife Rural y la semana de parón que precede a la cita, el Bàsquet Mallorca vuelve a la realidad de la competición regular (21 horas, Palau d'Esports). Vuelven viejos conocidos en las filas de un Tenerife enganchado al vagón de cabeza (13-5), que acumula una dinámica que impacta (+5) y no acusa el 'corte' de Barbour. El regreso de Hamilton, Boccia y Edu Sánchez es una de las anécdotas de un partido clave para el Mallorca en su camino hacia la permanencia. Consumada la reacción del Gandía, con el Rosalía remontando y el Illescas descolgado, el grupo de Xavi Sastre se halla inmerso en un atasco que les sitúa a un partido de los 'playoffs', aunque el margen hasta la zona de descenso se amplía a los cinco triunfos. Con la intención de mejorar la imagen ofrecida frente al Rosalía, el Bàsquet Mallorca se autoexige la novena victoria, la que otorgue mayor tranquilidad a los naranjas antes de emparejarse con León o Valladolid. Desde la polivalencia de Boccia al temple de Edu Sánchez, pasando por las tablas de Julio González e Iván Rodríguez, hasta llegar a las credenciales de Antelo o los Wachsmann, Maraker y un Hamilton en plan estelar, los canarios atesoran un arsenal que les lleva a ser una de las alternativas al grupo de los grandes. Pero el Mallorca también tiene mucho que decir. Con Keep en plena recuperación anímica y ganando confianza, Tiedeman con la muñeca caliente y Blair exhibiendo regularidad, la aportación de Pampín y Joan Sastre en la rotación exterior se antoja clave. Alzamora y Orfila se han destapado como relevo de garantías de Keep en los momentos difíciles, y esa amplitud de recursos -con Riera y Blanch intratables-, unida a la implicación del vestuario, permiten soñar con una victoria de calidad.