Àngel María Villar. El presidente de la Real Federación Española de Fútbol es el personaje más reclamado por el mallorquinismo para que detenga la hemorragia arbitral. Con la intención de taponar esa herida, que parece reabierta desde que Mateu Alemany -su rival durante unos meses en la carrera electoral por la poltrona de la RFEF- regresó a la presidencia del Real Mallorca, varios consejeros de la SAD balear se han dirigido a Miquel Bestard, máximo responsable de la Federación de Futbol de les Illes Balears (FFIB) para moderar un posible encuentro Alemany-Villar.
Las relaciones entre los presidentes del Mallorca y de la RFEF son inexistentes. Enemigos irreconciliables desde que el abogado mallorquín encabezó una plataforma opositora a Villar - oposición que finalmente quedó reducida a la nada,-los últimos errores arbitrales han enrarecido el ambiente y han provocado la creencia de que existe un complot arbitral en contra de los intereses del Mallorca.
Esta circunstancia y la delicada situación clasificatoria -el equipo es último a dos puntos de la salvación- han empujado a los nuevos rectores de la entidad a mover ficha. Y el elegido es Miquel Bestard. El presidente de la FFIB podría mediar entre ambos para normalizar un entorno que se ha viciado y que no favorece en absoluto los intereses de un club al borde del precipicio.
En principio, el cónclave se celebraría en un terreno neutral, aprovechando un partido internacional de la selección española o algún otro encuentro en el que puedan coincidir ambos dirigentes.
En las últimas jornadas, la psicosis arbitral se ha instalado en el Real Mallorca. La cadena de errores de los duelos precedentes han encendido la luz de alarma y el club quiere reconducir la situación con el máximo responsable del fútbol español, una iniciativa que ha nacido de algunos consejeros de la SAD balear y que Bestard intentará poner en práctica.
Con las estadísticas en la mano, el grupo isleño es uno de los principales equipos perjudicados en los capítulos más negativos del curso. Por ejemplo, el Mallorca es el segundo equipo que ha recibido más tarjetas amarillas (75), por detrás del Espanyol (78 cartulina) y superando al Racing (72). Tambien en el capítulo de expulsiones, el conjunto bermellón ocupa las primeras posiciones con 6 rojas. De hecho, sólo Almería y Sevilla han visto más que los de Gregorio Manzano, con 7 expulsiones. En cuanto al número de faltas sancionadas, el Mallorca es el segundo con 413, sólo superado por el Sporting de Gijón (431).
En cuanto a los penaltis, el cuadro bermellón en el segundo con más penaltis en contra y el penúltimos con más penaltis a favor.
Así, los árbitros le han señalado ya 6 penas máximas -el Atlético suma 8-, mientras que le han pitado 2 a favor, uno más que el Sevilla, colista en esta clasificación.
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