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Fernando Fernández La historia ya ha reservado a Toni Colom (Katusha) un hueco en la leyenda del ciclismo mallorquín y de una Challenge en la que sentó de nuevo cátedra, sellando en la etapa decisiva (Magaluf-Palmanova, 147'6 kilómetros) su segundo triunfo en la general -ya venció en 2004- en una edición que tardará en olvidar, y que resolvió camino de su Bunyola natal para redondear una gran semana para el Katusha. Tres victorias de etapa (Steegmans, McEwen y Colom) y la general dejan claras las intenciones del potente plantel ruso, que ayer se vacío para dejar resuelta la gesta de Colom, arropado por un Joan Horrach inmenso y un Karpets que puso sus galones al servicio del mallorquín.

Y eso que en la recta final, Jérôme Pineau, Sylvain Chavanel (Quickstep) y Edvald Boasson (Columbia) se propusieron darle emoción a un día en el que sólo la lluvia, el frío y la humedad impidieron un mayor espectáculo sobre el asfalto.

Criba
El campeón olímpico, Samuel Sánchez, no resistió el fuerte ritmo que el Katusha marcó desde la salida de Palmanova. Cuando el terreno se empezó a empinar, Juan José Oroz (Euskaltel), Mathew Hayman (Rabobank) (ganador de la Challenge en 2001), Kanstantsin Sivtsov (Columbia), el activo Jesús Rosendo (Andalucía-Cajasur) y Bram Schmitz (Van Vliet), dispuesto a finiquitar la general de la montaña, tomaron la iniciativa para al paso por Deià, gozar de 5:10 de ventaja sobre un gran grupo que cuando el Contentpolis se lo propuso, hizo trizas sus ilusiones cuando más duele, en la entrada a Calvià y a pocos kilómetros para iniciar un descenso en el que resulta casi imposible atrapar al que goza de una mínima ventaja.

Entre medias, Colom viajaba cómodo en el grupo principal, sabedor de que todo estaba bajo control y que sus 41 segundos eran suficientes salvo catástrofe.

Toni evitó problemas, y dejó que sus rivales arriesgaran al máximo, con nada que ganar en Palmanova en lo que a la general se refiere. Eso lo aprovechó Gerald Ciolek (Milram), que se coló en la nómina de aspirantes a la gloria, y fue el primero, junto a Boasson (Columbia), en desatar las hostilidades. Pero fue el más listo y cerró su presencia en la Challenge con un triunfo ocultado tras la gloria de un Colom (19:11:14) que prolonga su leyenda en la ronda mallorquina y ahora orienta su punto de mira hacia Portugal tras ser profeta en su tierra.