A la maquinaria de fútbol del Barcelona, el Betis opuso una gran disposición táctica, con una enorme presión y un contragolpe efectivo que le dio un resultado inesperado en el primer período (una renta de dos a cero).
Cuatro llegadas claras al área de Valdés tuvo el Betis en los primeros 45 minutos, con dos goles, de Melli, en remate de cabeza, y de Mark González, en ambos casos tras asistencias de Emaná, y otra del camerunés, en el área barcelonista, con balón al limbo. El Barcelona buscó el marco de Ricardo con sus «jugones», Xavi y, sobre todo, Iniesta, que se convirtió en una auténtica pesadilla para la zaga verdiblanca. Así, a los 28 minutos, el manchego tuvo su primera opción, en una sensacional jugada en la línea de fondo que acabó sin consecuencias; lo contrario del minuto 44, con derribo en el área bética y penalti que lanzó el camerunés Samuel Eto'o, que remachó el rechace de Ricardo. Jugada redonda para el Barcelona y nefasta para el Betis porque también perdió al brasileño Lima, lesionado igual que Juanito, al que había suplido en los albores del encuentro, también por lesión.
En el segundo tiempo el Barcelona mantuvo su ritmo de toque, con dos jugadas que pudieron ser decisivas: un gol anulado a Ricardo Oliveira (por fuera de juego) y un remate de Eto'o, solo ante Ricardo, con balón fuera. El camerunés Emaná tuvo otra oportunidad para poner diferencias en el marcador, con contragolpe y remate que salvó Valdés (m.53).
Guardiola se decidió a sacar a toda su artillería con Messi y Henry, y más tarde a Bojan, con el partido próximo ya a la hora de juego, en busca de dar la vuelta al resultado. Tuvo el argentino, ya en el minuto 68, una buena ocasión, en remate de cabeza, tras incursión de Henry y balón junto al poste derecho del marco de Ricardo.
Iniesta (m.71) y Oliveira (m.72), este en contragolpe ante Valdés, pudieron dar más emoción a un partido trepidante y con fútbol. A los 78 minutos «San Ricardo» volvió a resurgir para salvar a su equipo, en la enésima estirada, a tiro de Henry, y a los 81 a tiro de Pique, y así hasta que Iturralde González dio por acabado el partido (con tres minutos de prolongación).
Al final del encuentro, el técnico catalán, Pep Guardiola, subrayó que no tenía nada que reprochar a su equipo «porque ha creado numerosas ocasiones, aunque no se han podido aprovechar». «En todos los partidos se aprenden cosas. Hoy se nos puso muy cuesta arriba, con el 2-0, pero el equipo ha luchado y ha jugado hasta el final. Se empató y se dispuso de ocasiones para ganar», agregó el técnico azulgrana.
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