Otra final

Nadal ganó en dos sets (6-4 y 6-4) al jugador parisino, duodécimo del circuito, en contra de lo que ha sido su transitar por este torneo, que se disputa en pista dura. El manacorí agotó los tres parciales ante el italiano Simone Bolelli, frente al búlgaro Grigor Dimitrov y frente al también francés Jo Wilfried Tsonga.

No ocurrió lo mismo en el choque contra Monfils, que comenzó con tres roturas consecutivas, una para el galo y dos para Nadal, que mantuvo el desequilibrio para cerrar el parcial. En el segundo, el balear quebró el saque de su rival en el quinto juego y conservó el suyo para cerrar el compromiso en cien minutos.

Nadal se venga así de la derrota que encajó frente a Monfils el pasado 9 de enero, en los cuartos de final de Doha. Era la primera y, hasta ahora única, ante el parisino, al que previamente había superado en los Masters Series de París, Roma y Montecarlo.

El número uno del mundo, ganador del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, se enfrenta al número cuatro del circuito, el escocés Andy Murray, que venció con rotundidad al croata Mario Ancic (6-1 y 6-2).

Nadal, que en Rotterdam ya alimenta sus méritos en la carrera por el número uno -el pasado año fue eliminado en segunda ronda-, se topa en la final con el jugador que más parece haberle tomado la medida en los últimos tiempos.

El británico, que acumula nueve títulos en su carrera, incluido el que conquistó este año en Doha, ha ganado los dos últimos enfrentamientos que ha tenido con Nadal. En la semifinal del Abierto de Estados Unidos del pasado año y en la puesta en escena de ambos tenistas en este ejercicio. En la final del torneo de exhibición de Abu Dhabi, en los Emiratos Arabes Unidos, donde Murray se impuso por 6-4, 5-7 y 6-3.

Hasta la semifinal de Nueva York, Nadal había salido airoso siempre. En los cinco choques anteriores, en los Masters Series de Canadá, Hamburgo y Madrid, en el Abierto de Australia 2007 y en Wimbledon del pasado año.

Murray, restablecido ya de su derrota ante Fernando Verdasco en los octavos del Abierto de Australia, luchará por su segundo título del año y el décimo de su carrera, después de su fenomenal comienzo este año, con victoria en Doha y en la exhibición en Abu Dhabi.