El técnico esperar recuperar al mayor número de efectivos posible en las próximas horas.

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Manzano tiene motivos para estar preocupado. La enfermería del Mallorca empieza a poblarse en uno de los momentos más delicados de la temporada y el entrenador jienense tendrá que improvisar un once de urgencia para afrontar la visita del domingo a Gijón. El técnico cuenta ya con la baja segura del sancionado Quique Corrales, pero las molestias que sufre un grupo de sus futbolistas podría ampliar peligrosamente la lista de bajas en las próximas horas. De momento, Arango tiene muy complicado llegar al partido y habrá que ver cómo evoluciona Ayoze de sus molestias musculares. Por si fuera poco, David Navarro arrastra una sobrecarga y Nunes tuvo que retirarse del entrenamiento de ayer después de recibir un fuerte golpe. Casi nada. Afortunadamente, Jurado se reincorporó al grupo y estará listo para la batalla que se librará en El Molinón.

Lo que parece casi seguro es que Arango tendrá que pasar el fin de semana en Palma. El venezolano salió malparado de un choque ante un futbolista del Racing que le obligó a ser sustituído y presenta un edema en el muslo derecho que le ha impedido entrenar al ritmo habitual durante toda la semana. Ayer se ejercitó en solitario en los campos de la ciudad deportiva y aunque todavía no ha sido descartado de forma definitiva, las opciones de recuperarlo antes del domingo son más bien escasas. De hecho, Manzano ya tiene más o menos claro quién será su sustituto y ensayó ayer con Gonzalo Castro en el carril izquierdo del centro del campo. El uruguayo, que el domingo reactivó al equipo con su entrada al terreno de juego, regresaría al once inicial en un momento clave del ejercicio.

A partir de ahí, la defensa es la franja más castigada del equipo. Corrales está obligado a descansar después de cubrir el primer ciclo de amonestaciones del curso y cuando parecía que Ayoze iba a coger surelevo, se ha encontrado con una inoportuna lesión que amenaza con dejarle de nuevo fuera de los planes del preparador. «Estoy mucho mejor que el miércoles», explicaba ayer el tinerfeño desde la sala de prensa. «Me duele la zona del pubis, pero espero mejorar a medida que pasen las horas y llegar bien al sábado. Voy a intentar estar junto al equipo y aportar lo que pueda. Por mi parte no quedará», añadía el zurdo esperanzado. Por si acaso, el entrenador mallorquinista alineó ayer a Josemi como lateral izquierdo en el tradicional partidillo de los jueves.

El centro de la zaga es otro foco de malas noticias. David Navarro no pudo participar en el entrenamiento por una sobrecarga y aunque podría estar listo para viajar a tierras asturianas, es probable que no lo haga a pleno rendimiento. Además, la situación en el eje defensivo se complicó después de que Nunes tuviera que abandonar antes de tiempo el entrenamiento al recibir un fuerte golpe durante el transcurso de la sesión. Habrá que ver si hoy puede trabajar de nuevo con normalidad y entrar en las lista que anunciará el técnico mañana a mediodía.

Teniendo en cuenta que la nómina de centrales es muy reducida, a Manzano no le conviene que se le amontonen las bajas en esa zona del campo, ya que, de ser así, tendría que recurrir al filial para cubrirse bien las espaldas.

Mientras tanto, el Sporting sigue acelerando de cara al partido aunque tampoco se libra de los problemas. Además de los descartados Cuéllar y Matabuena, Carmelo, Neru y Sergio Sánchez están entre algodones y Diego Camacho se entrena con un vendaje funcional. Pese a todo, los asturianos son optimistas y esperan recibir al Mallorca con todo su arsenal a punto.