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Carlos Montes de Oca|GIJÓN
Los rostros de la expedición mallorquinista irradiaban satisfacción a su salida de El Molinón, pero entre las paredes de la caseta visitante retumbó una consigna clara: «Todavía no hemos hecho nada». Los hombres de Gregorio Manzano estaban llenando su equipaje de confianza y realismo a partes iguales mientras la ilusión de la Copa empezaba a rondar la cabeza de los futbolistas. La diversión queda para el miércoles y la angustia estará aparcada hasta el próximo domingo. La suerte empieza a hacer guiños a los mallorquinistas y el torneo del KO concederá un respiro y quizás una gran alegría.

Martí dejó constancia del sentir del vestuario mallorquinista y analizó que «la plantilla está eufórica por la puntuación y la clasificación. Creo que nos lo merecíamos, pero estamos con los pies en el suelo. Hay que ganar cinco partidos en lo que queda de Liga y aún no hemos hecho nada. Es lo primero que hemos dicho en el vestuario, pero ahora también nos queda la posibilidad de soñar. El del miércoles es un partido para disfrutar y para que lo haga nuestra afición. Aunque la eliminatoria está muy difícil en el fútbol pasan cosas raras». El centrocampista mallorquín situó el compromiso como la clave de la reacción rojilla y valoró que «podemos estar más o menos precisos, pero la actitud y el compromiso de este equipo son ideales. Ahora la suerte que no teníamos está cambiando. Llevamos tres partidos con la portería a cero y en los últimos siempre logramos marcar, por lo que debemos seguir en esta línea».

Aduriz también apreció la necesidad de prolongar la dinámica que ha permitido al Real Mallorca abandonar los puestos de descenso. «Estamos en la línea que queríamos. Vamos sumando de tres en tres y estamos saliendo de abajo», declaró el delantero vasco, que se pronunció en la misma línea que Martí sobre la manera de afrontar lo que resta de temporada. «Todavía no hemos hecho nada y queda mucho por hacer. Se han comprimido mucho la cosas y hay muchos equipos que estaban tranquilos que ahora están en apuros», manifestó.

El máximo artillero del grupo de Manzano también concedió una cota de protagonismo al relevo en la presidencia y comentó que «no sé si existe o no el factor Alemany, pero cuando ha venido a transmitir tranquilidad las cosas han salido bien y espero que contribuya a que todo vaya mejor. Se nota la tranquilidad que se respira y ahora se está hablando de fútbol, que es lo que hace falta». Acerca de las opciones mallorquinistas en el partido de vuelta de la semifinales de la Copa del Rey ante el Barça, Aduriz argumentó que «es un partido que está muy difícil y complicado, pero esto es fútbol y peores cosas han pasado, así que vamos a soñar e intentarlo».

Jurado razonó que las tres victorias consecutivas se deben en buena medida a que «se nos dan mejor las cosas y tenemos un poco más de suerte», aunque también explicó que la ambición demostrada fue determinante para hacerse con los tres puntos en El Molinón: «Fuimos a por el partido y tuvimos el convencimiento necesario», dijo. De todos, modos el centrocampista de Sanlúcar de Barrameda hizo especial hincapié en no bajar la guardia para alejarse de la zona de peligro: «No hay que relajarse y hay que seguir luchando porque no hay nada claro», opinó.

Juan Arango celebró haber visto puerta de nuevo, aunque prefirió poner el acento en la alegría que supone que el tanto tuviera un peso específico importante «llevaba tiempo sin marcar, pero lo importante son los tres puntos y seguir sumando para salir del descenso. Queda mucho por recorrer». El internacional venezolano dijo que «estamos bastante contentos, pero no quiere decir que estemos conformes. Queda mucho y hay que seguir haciendo las cosas bien». Arango también expresó la ilusión que supone para los mallorquinistas el regreso del torneo del KO y la oportunidad de lograr la cuarta final de la historia del club bermellón, por lo que adelantó que «no vamos a desaprovechar la oportunidad de poder seguir en la Copa del Rey. Estamos en una competición tan importante como la Copa y dos goles nos separan de la final, así que hay que luchar».