Rudy Fernández, que se fue al suelo tras recibir una falta flagrante de Ariza que le obligó a abandonar el pabellón en camilla y con collarín, recibió en la madrugada de ayer el alta médica tras haberle realizado diversas pruebas médicas que descartaron cualquier tipo de lesión.
Tras el susto, el internacional mallorquín no dudó en agradecer el apoyo y el cariño que ha recibido en estos días. «Quiero dar las gracias a todos los que se han interesado por mi estado de salud en el día de ayer, que me han hecho llegar directamente a mí, a través de mi familia o de mi página web muchos mensajes de apoyo e interés», apuntó en declaraciones facilitadas por su agencia de representación 'U1st Sports'.
Rudy Fernández explicó cómo vivió todo. «La caída fue muy dura y me asusté mucho, ya que tenía dificultades para respirar con normalidad, pero afortunadamente los primeros indicios tras las evaluaciones médicas que me hicieron ya fueron tranquilizadores», analizó el mallorquín.
Sin embargo, el balear, que está en la lista de bajas de Portland para el partido ante los Mavericks, confía en recuperarse lo antes posible. «Todavía me duele el golpe, lo importante ahora mismo es recuperarme bien y una vez esté al cien por cien poder volver con mis compañeros», concluyó.
El ex del DKV se disponía a entrar a canasta cuando fue derribado por Ariza al intentar quitarle el balón por la espalda. El jugador mallorquín cayó al suelo bajo el aro, y se encogió dando muestras de dolor. Mientras los técnicos corrieron a auxiliarlo, sus compañeros de equipo se enfrentaron a los jugadores de los Lakers.
El alero Lamar Odom, del equipo de Los Angeles, fue sancionado con un partido de suspensión por abandonar el banquillo y unirse a la trifulca que se generó tras la caída del mallorquín y la reacción de sus compañeros, mientras que el pívot catalán de los Lakers, Pau Gasol, permaneció alejado del altercado observando a Rudy. «Fue una jugada desafortunada, y la caída también», dijo Gasol, mientras que Ariza se mostró arrepentido y pidió disculpas a Fernández
Su compañero de equipo Sergio Rodríguez pasó la noche en el hospital con su amigo. «No podía respirar, y eso fue lo que le asustó, pero ahora ya está bien», dijo Rodríguez. Ambos jugadores vieron una grabación del partido porque Fernández quería saber qué había pasado después de abandonara el campo de juego. Rodríguez comentó que Rudy se encuentra de buen ánimo «aunque no podía reír demasiado porque siente dolor».
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