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Albert Orfila / Carlos Montes de Oca
Mateu Alemany prepara su proyecto estrella. Un plan que saldará la deuda que arrastra la entidad desde hace una década y que pretende satisfacer la histórica demanda del Real Mallorca: un campo de fútbol. El presidente de la SAD balear presentará en las próximas fechas al Ajuntament de Palma un proyecto para remodelar Son Moix con la retirada de las pistas de atletismo que rodean el terreno de juego, que permitirá el acercamiento entre el público y los jugadores, como punto fuerte.

El ambicioso proyecto supondrá una metamorfosis en el recinto municipal que partirá desde el actual diseño. La pista de atletismo desaparecería para dar paso a una mayor superficie para el aforo. La capacidad del estadio aumentaría gracias a la eliminación del tartán y al crecimiento que experimentarían ambos fondos y la tribuna de sol.

El proyecto, que se entregará a Cort en las próximas semanas, está siendo elaborado por los arquitectos Guillem Reynés, uno de los artífices del diseño y construcción del estadio, y Rafael Rigo, que forman parte del Consejo Asesor del Real Mallorca.

El boceto presenta aspectos innovadores acerca del futuro estadio. Además de eliminar las pistas de atletismo, una reclamación que data prácticamente desde que en el verano de 1999 se inaugurara Son Moix, el diseño convertiría el ONO Estadi en un campo a la inglesa. Así las cosas, la idea dibujada sobre el papel se puede resumir en tres aspectos fundamentales. El primero, que el terreno de juego se acercaría lo máximo posible a la zona de tribuna cubierta, que conservaría su estructura original. En esa zona se ubican los vestuarios y toda la maquinaria de la entidad, como los despachos, los palcos VIP o la zona de prensa.

En segundo lugar, que el resto de las gradas (ambos fondos y tribuna de sol) se derrumbarían para construirse de nuevo tomando el césped como principal de referencia. Y, quizás la más novedosa, que el estadio cambiaría incluso de fisonomía, pasando de la forma ovalada que presenta actualmente a un aspecto rectangular, más propio de un campo de fútbol al estilo de los que predominan en la Premier League. Desde la construcción del estadio, tanto el club como la afición se han mostrado en desacuerdo con las pistas de atletismo por la gran distancia que existen entre el terreno de juego y la grada. «Con un campo de fútbol, tendríamos siete u ocho puntos más cada temporada», es el estribillo que suena año tras año por los pasillos del recinto.

La eliminación de las pistas de atletismo es una reclamación histórica. De hecho, hace más de un lustro, la hinchada se movilizó a través de la Federació de Penyes Mallorquinistes para recoger firmas. Se obtuvieron más de 6.000, aunque al final se quedaron en el olvido y no sirvieron para nada.

Ahora, sin embargo, la situación ha cambiado. Los nuevos gestores están elaborando un proyecto serio y viable, basado exclusivamente en intereses futbolísticos, y están convencidos que Cort atenderá sus peticiones.

Cabe recordar que en el convenio que firmó el Real Mallorca con el Ajuntament de Palma por el cual Cort cedía al club la utilización y explotación del estadio de Son Moix, no figura ningún punto que haga referencia a la supresión de la pista.

Desde que Alemany regresó a la presidencia de la entidad, la remodelación de Son Moix es uno de sus principales quebraderos de cabeza. Quiere encontrar la solución a un problema que parece haberse enquistado en los últimos tiempos. El presidente del Real Mallorca extendió su idea a los miembros del Comité Asesor de la entidad durante la última reunión. Y su postura, que es irrenunciable, es compartida por todos los consejeros y los integrantes de ese consejo de sabios.

La intención de la SAD balear pasa por presentar al Ajuntament un proyecto para reformar el estadio y convertirlo en un campo de fútbol.