En la imagen, la pista que albergó la eliminatoria entre España y Alemania, en febrero de 1997.

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Fernando Fernández / Carlos Román

Cala Rajada quiere repetir experiencia en la Davis. La Asociación Hotelera de Cales de Capdepera, con el respaldo del grueso del sector isleño, se ha propuesto que la localidad del Llevant vuelva a ser escenario de una eliminatoria del evento tenístico por naciones más importante del planeta, y la eliminatoria de cuartos de final del Grupo Mundial entre España y Alemania es la excusa perfecta para que Mallorca se convierta en la capital española de la raqueta del 10 al 12 de julio. La decisión debe ser ratificada en la jornada de hoy por la directiva de la citada Asociación, aunque las intenciones pasan por asumir un proyecto que no es nuevo para la entidad, ya que en febrero de 1997, Cala Rajada ya dio cobijo a la Davis, con idénticos países en liza, para más tarde acoger también la Copa Federación.

La Conselleria de Turisme del Govern debe ser la gran aliada de los hoteleros, que argumentarán su experiencia en vistas a contar con el beneplácito de la Real Federación Española de Tenis (RFET), y su colaboración es vital para los promotores en vistas a entrar en lleno en la puja por la eliminatoria.

El área encabezada por Miquel Nadal ha sido el principal impulsor de la idea de traer la Davis a la Isla, aunque Esports también ha ofrecido su apoyo logístico. La experiencia, las infraestructuras y la figura del número uno del equipo español, Rafael Nadal, son otros de los puntos a favor de la opción balear, que presumiblemente competiría con Marbella -a priori el rival más temible-, Tenerife, Lanzarote, Gijón, Granada y Murcia.

El presidente de la Federació de Tennis de les Illes Balears (órgano que debe presentar formalmente la candidatura a la Española), Jaume Amengual, confirmó el interés mostrado por Cala Rajada y esperaba noticias oficiales, mientras su homólogo en la Asociación Hotelera de Cales de Capdepera, Joan Massanet, no escondió que van «a por todas, siempre con el apoyo de la Conselleria de Turisme» y espera a la reunión de su directiva para oficializar una petición que agrada al grueso de sus integrantes. «Estamos trabajando en ello, y si cerramos todos los apoyos, será un éxito, pues en esas fechas (julio) contamos con numerosos visitantes alemanes y supone un reclamo de alta calidad para nuestra zona», recordaba Massanet, quien dejaba ver que las negociaciones para llevar a buen puerto un proyecto que «tiene muchas opciones de ser una realidad», pendían de detalles. El canon de 800.000 euros, más IVA (en 1997 fue de 40 millones de pesetas), parece no ser obstáculo para las partes, que se han marcado la eliminatoria como un reto.

Cala Rajada volvería al mapa internacional del tenis doce años después, con la pista de tierra batida del 97 como marco y unas previsiones de aforo de unas diez mil localidades, muy por encima de las 7.200 de la anterior cita. El plazo de presentación de candidaturas finaliza el día 23, y antes del 6 de abril, la RFET debe haber decidido la sede. Y Cala Rajada se posiciona entre las grandes favoritas.