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Javier García-Ochoa |MELBOURNE
La escudería Brawn GP ha entrado en la historia de la Fórmula Uno al lograr el doblete en el día de su debut en el Gran Premio de Australia, gracias a la victoria del británico Jenson Button y al segundo puesto del brasileño Rubens Barrichello.

Fernando Alonso (Renault) logró limitar los daños con el quinto puesto, cuatro puntos, en una carrera que se puso muy cuesta arriba desde la primera curva y en la que se demostró, al menos en este circuito, que el KERS, acumulador de energía cinética, solo sirve para tirar un montón de dinero.

Button y Barrichello eran los grandes favoritos para conseguir el doblete y cumplieron. El británico dominó la carrera desde la salida a la meta sin abandonar en ningún momento el primer puesto y sin ser inquietado.

Peor lo pasó el veterano Rubens Barrichello, que pulsó el botón de anticalado del motor al darse la salida y eso le hizo perder siete puestos y provocar un accidente en la primera curva en la que tocó al australiano Mark Webber (Red Bull-Renault) y éste al alemán Nick Heidfeld (BMW) y el finlandés Heiki Kovalainen (McLaren-Mercedes), que no podía evitarlos, se tuvo que retirar.

Barrichello, con un coche con el alerón delantero roto y el difusor trasero también tocado, se vio obligado a remontar y al final tuvo la suerte de que el alemán Sebastian Vettel (Toro Roso-Renault) y el polaco Robert Kubica (BMW), que eran segundo y tercero, se eliminaron a dos vueltas del final cuando el polaco peleaba por el segundo puesto.

La carrera fue neutralizada para retirar los restos de los coches y Button pudo cruzar victorioso de esta manera la línea de meta por delante de su compañero de equipo, que había logrado un afortunado e inesperado segundo puesto.

Alonso, que partía desde la décima posición se encontraba con el KERS en la salida no le servía de gran cosa.
Entre que el coche no iba como cabía esperar y que el KERS tampoco le permitía adelantar a nadie, su remontada se hizo tremendamente penosa ya que ni al alemán Timo Glock (Toyota), al principio, ni al italiano Giancarlo Fisichella (Force India-Mercedes), pudo siquiera intentar adelantarlos, a pesar de pulsar el botón mágico del KERS que proporciona unos 80 caballos de potencia suplementarios.

Fernando Alonso, con su quinto puesto, logró al menos limitar los daños, en una jornada en la que los Ferrari del brasileño Felipe Massa y del finlandés Raikkonen se retiraron y en la que los BMW de Kubica, también fuera por el accidente final, y el alemán Nick Heidfeld no puntuaron.

El podio lo completó el campeón del mundo, el británico Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes) que realizó una carrera extraordinaria, ya que salía desde la última posición de la formación de salida y remontó hasta la tercera, aunque como en el caso de Alonso, el KERS tampoco le ha servido de mucho, o de nada, a la hora de los adelantamientos.

El italiano Jarno Trulli, que confirmó el potencial de Toyota, debería haber subido al podio, pero fue descalificado al adelantar a Hamilton con el coche de seguridad en pista.

Si el circuito de Albert Park es una sorpresa año tras año, la semana que viene en Malasia se podrán despejar las dudas sobre la utilidad del KERS, aunque lo que pocos dudan es que los Brawn GP, después de la exhibición histórica de ayer serán los favoritos.