Con 24 tantos a favor, Barca y Bayern son los equipos más goleadores de la presente «Champions. Circunstancia que promete un cruce de alto voltaje, multiplicado por la jerarquía y la trayectoria histórica de ambos equipos.
Impecable en el aspecto ofensivo, el Barcelona deberá retocar su estadística defensiva en casa, pues es el único de los ocho supervivientes de la Liga de Campeones que todavía no ha mantenido su puerta a cero como local. Ante el Bayern, el equipo de Guardiola deberá resguardarse especialmente para evitar viajar con un resultado incómodo a Munich. Para el Barcelona, la visita del Bayern supone el doble reto de superar al conjunto alemán, un clásico con cuatro Copas de Europa, y de romper su maleficio en los cruces a doble partido con la desventaja de liquidar la eliminatoria fuera del Camp Nou.
Desde que se creó el formato de la «Champions», el Barcelona ha jugado cinco eliminatorias con la ida en casa: Manchester 2008, Liverpool 2007, Chelsea 2005, Real Madrid 2002 y Paris Saint Germain 1995; y en todas ellas cayó eliminado. A excepción de los lesionados Abidal y Milito, el técnico barcelonista Pep Guardiola cuenta con toda su plantilla para formar un once de garantías. Alves regresará al lateral derecho, con Piqué y Márquez en el eje de la zaga y, muy probablemente, Puyol como encargado de cubrir el lateral zurdo.
Ya con el alta médica de Touré Yayá, Guardiola podría apostar por el centrocampista marfileño como ancla en el centro del campo. Así ha ocurrido en los partidos más importantes del curso, con Sergio Busquets como alternativa. Iniesta y Xavi, motores del juego azulgrana, serán indiscutibles. También lo será el trío atacante. Messi, Henry y Eto'o (los tres suman 15 goles en Europa) forman la delantera más fértil de Europa y afrontan el partido desde el interés colectivo de avanzar en la Champions y con varios incentivos personales.
El Bayern, por su parte, viaja a Barcelona todavía marcado por el varapalo más duro de los últimos años (la goleada por 5-1 sufrida el domingo ante el Wolfsburgo) y con una serie de bajas importantes que hace más difícil la tarea en el Camp Nou, que muchos han calificado de «misión imposible».
En la delantera, la ausencia de Miroslav Klose convertirá a Luca Toni en único hombre en punta y obligará a su entrenador, Jürgen Klinsmann, a renunciar a un segundo atacante para tratar de darle mayor estabilidad al centro del campo. En la retaguardia, el equipo bávaro también tiene problemas. No han viajado a Barcelona ni Lucio -lesionado- ni Daniel Van Buyten, con problemas familiares, con lo que a Klinsmann sólo le quedan dos centrales en la plantilla: el argentino Demichelis, que se salvó por sanción de ser uno de los protagonistas del desastre de Wolfsburgo, y el brasileño Breno.
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