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La ovación que despidió ayer el recital del Bàsquet Mallorca todavía debe estar resonando por las entrañas del Palau d'Esports de Inca, donde ayer los hombres de Xavi Sastre pasaron por encima del Ciudad de la Laguna Canarias. La escuadra balear no sólo garantizó su continuidad en la LEB Oro, sino que también lanzó un mensaje de optimismo. El Bàsquet Mallorca quiere mirar hacia arriba en la tabla y de paso dar oportunidades a la nueva generación de jóvenes talentos que brillan en su cantera.

La igualdad que marcó el primer acto fue un espejismo. Las alternativas en el marcador fueron la constante de los primeros diez minutos de juego. Los titulares de Xavi Sastre respondían a los alardes de La Laguna y Keep daba muestras de su progresión respecto a anteriores compromisos.

La misma tónica se prolongó hasta el ecuador del segundo cuarto, cuando los locales comenzaron a marcar las diferencias con un Keep consistente en la pintura y un inspirado Blanch que daba continuidad al buen nivel de Jason Blair. El 45-37 que reflejaba el luminoso a 1:02 para el descanso suponía una brecha que se agrandaría en el tercer parcial.

Una antideportiva al visitante Morón habilitó una renta de diez puntos (51-41 a 8:20 para el último cuarto) que suponía un duro golpe moral para los visitantes, que pagaban muy caros sus errores en el tiro exterior mientras la producción local no decaía. La ventaja de 17 tantos (60-43 a 4:52 para el último cuarto) ya se intuía como una barrera insalvable para un conjunto canario engullido por el ambiente de la grada.

El 64-49 con el que arrancaron los últimos diez minutos de juego quedaron atrás con una técnica a Heras que daba un nuevo espaldarazo a los hombres de Xavi Sastre, que mantuvieron el nivel de concentración para rubricar una máxima de 22 puntos a 2:48 para el final.

Con el encuentro resuelto el técnico echó mano de los menos habituales y brindó la oportunidad a varios de los jóvenes talentos del Bàsquet Mallorca. Los Keep, Blanch, Bivià, es decir, los fijos agradecieron la salida de la pista entre vítores de los aficionados, mientras que los jóvenes disfrutaron de la recompensa del duro trabajo de todo el curso con unos minutos en la segunda categoría del baloncesto nacional.