22/04/09 0:00
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Fernando Fernández Con Marta Fernández mirando hacia Estados Unidos -volverá a la WNBA para jugar en las Sparks de Los Àngeles-, Alba Torrens volverá a ser la abanderada del baloncesto femenino balear en la selección española absoluta, que a principios del mes de mayo iniciará la concentración previa al Europeo de Letonia (7 a 20 de junio), clasificatorio para el Mundial de la República Checa, en 2010. La alero de Binissalem es una de la fijas del responsable del equipo nacional, Evaristo Pérez, que en el inicio del nuevo ciclo olímpico, con Londres 2012 en el horizonte, refuerza su apuesta por la nueva generación a la que ofreció su primera gran oportunidad en los Juegos Olímpicos de Pekín.

Una vez finalizada la temporada y su larga etapa en el Celta, y a punto de plasmar su firma con el Perfumerías Avenida, Alba agota sus últimas semanas de descanso antes de incorporarse al stage previo de la selección española, entrado el mes de mayo.

España ha quedado encuadrada en el Grupo A, con sede en Liepaja, y las chicas de Evaristo Pérez se estrenarán el mismo día siete ante la República Checa, uno de sus rivales más peligrosos en busca de igualar, e incluso mejorar, la medalla de plata conseguida hace dos años.

Ucrania y Eslovaquia completan la nómina de rivales en la primera fase de las subcampeonas y diploma olímpico en la capital china, siendo Rusia el adversario más temible y una de las principales potencias mundiales dentro del panorama del baloncesto femenino.

Pese a la lesión en el pie que ha tenido a Alba alejada de las canchas durante un largo período de recuperación, las prestaciones de Alba en el conjunto de la temporada regular en la Liga Femenina son la carta de presentación de Alba, que junto a Laura Nicholls y Tamara Abalde es el emblema de una generación llamada a recoger el testigo de las Valdemoro, Aguilar y compañía.

El principal reto de España es mantener su elevado nivel a lo largo de sus últimas participaciones en los Europeos. Plata en 2007, los bronces de 2005, 2003 y 2001 elevan más si cabe el listón para Alba y sus compañeras, que con el quinto puesto en Pekín parten como aspirantes a medalla en la cita de Letonia.

A sus diecinueve años, la presencia de Alba Torrens entre la aristocracia del baloncesto femenino español ratifica la progresión de la exterior binissalemera, una de las jugadoras más pretendidas del panorama nacional, y recientemente elegida por Connecticut Sun en la tercera ronda del 'Draft' de la WNBA -con el número 36-, aunque sus planes a corto plazo no contemplan dar el salto al otro lado del Atlántico, y el Europeo es el principal desafío de la tercera mejor jugadora joven del viejo continente.