29/04/09 0:00
Miquel Alzamora
La carrera futbolística de un profesional está plagada de buenos y malos momentos, de partidos inolvidables y de otros que no pueden llegar a disfrutarse por culpa de existir 'daños colaterales'. El mallorquín Arnau Caldentey Riera (Manacor, 1981), que milita en el equipo escocés del Falkirk, no podrá jugar el próximo 30 de mayo la final de la Copa de Escocia frente al Glasgow por acomulación de amonestaciones. «He jugado toda la fase previa y en una acción de fútbol, caí al borde del área y el árbitro interpretó que fingía. Vi tarjeta y después de jugar toda la fase previa me pierdo la final, es una lástima, pero no puedo hacer nada», comentaba ayer el futbolista de Manacor. Esta partido es similar a la final de la Copa del Rey en España, se juega en el Hampden Park y el precio de las entradas está ya sobre los 360 euros. El estadio tiene una capacidad de 55.000 espectadores, 12.000 serán del equipo de Arnau, el resto serán hinchas del Glasgow. «En la grada habrá una clara desventaja, sobre el campo nunca se sabe, pero la realidad es que no será nada fácil», indica el mallorquín. Arnau se inició en las categorías inferiores del Manacor, de ahí pasó al Mallorca, Ferriolense, Mataró "ya en Segunda B", Barcelona B, llegó a jugar con el primer equipo, con el que realizó una pretemporada" y en 2007 se fue al Sunderland de la Premier. Este equipo lo ha cedido estas dos últimas temporadas al Falkirk, donde se ha convertido en un futbolista importante. Juega de pivote defensivo y hasta que no termine la liga no decidirá qué hace con su futuro. «Termino contrato y no quiero hablar de futuro hasta que acabe la Liga», declara el futbolista.
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