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Fernando A. Busca|ROMA
El mallorquín Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic certificaron su pase a semifinales del Masters 1.000 de Roma, dotado con 2'75 millones de euros, en una jornada en la que debieron emplearse a fondo para eliminar a sus oponentes. Así como el jueves los tres ganaron con facilidad sus respectivos partidos, los tres cabezas de serie debieron bregar ayer contra jugadores de mayor nivel. Nadal, contra un Verdasco que este año está crecido, Federer contra un Zverev sorprendente, y Djokovic contra el número cinco del mundo nada menos, el argentino Juan Martín del Potro. Nadal logró su pase a semifinales con autoridad en un partido en el que Verdasco jugó un buen tenis (6-3 y 6-3), pero en el que flaqueó en los momentos decisivos. El de Manacor se medirá en semifinales al chileno Fernando González, que ayer tumbó al argentino Juan Mónaco.

El mallorquín dio muestras de no encontrarse demasiado a gusto en los primeros compases del partido, pero al menos logró mantener el partido igualado en todo momento. Los dos zurdos dieron un recital en los primeros juegos con peloteos imposibles, que consistían en pelotas muy duras y colocadas cerca de las líneas. Nadal se dio cuenta pronto de que debía eludir el golpe de derecha de Verdasco para avanzar más rápidamente en busca de la victoria en el primer set.

La estrategia del mallorquín fue exitosa y a partir de la mitad de la primera manga su autoridad quedó patente en la tierra batida del Foro Itálico.
En el segundo set se repitió la historia, con un Verdasco soberbio en el peloteo pero que no conseguía traducir sus golpes ganadores en resultados concretos.

Federer y Djokovic, segundo y tercer mejores jugadores del mundo, respectivamente, disputarán una final de altura sobre una tierra batida bastante dura, algo que viene bien a ambos, según apuntó el serbio tras su partido. En su duelo de cuartos Federer encontró en el alemán Zverev, numero 76 en el ranking de la ATP, a un duro oponente (7-6 (6-3) y 6-2), con un juego muy bien elaborado de saque y volea. El primer set fue un toma y daca de ambos jugadores, muy sólidos con su servicio, hasta que la maestría de Federer se impuso en la cancha. El segundo set fue un trámite, con Federer crecido y un Zverev incapaz, consciente de que su hazaña en el Masters 1.000 de Roma acabó cuando le tocó enfrentarse al jugador suizo.

Por su parte Djokovic, vencedor el año pasado en esta misma pista, fue el más sólido de los cabezas de serie en su partido contra el argentino Juan Martín del Potro, que cayó víctima de sus propias imprecisiones (6-3 y 6-4).

Djokovic desplegó un juego de gran nivel, pero además el argentino falló en los momentos claves del partido, lo que otorgó al serbio el pasaporte para enfrentarse mañana al vencedor del partido entre Roger Federer y Mischa Zverev. El partido comenzó con un Djokovic intratable que rompía el servicio del argentino sin ninguna dificultad, gracias al despliegue de toda la diversidad de sus golpes.

Djokovic y Federer abren el orden de juego de hoy (13:30 horas), antes de dar paso al encuentro que enfrentará a Nadal y al chileno Fernando González, en una cita que reeditará la última final olímpica.