Mateu Alemany, junto a Joan Buades, durante su comparecencia ante los medios de comunicación. Foto: TERESA AYUGA.

TW
0

Miquel Alzamora

Mateu Alemany cuestionó ayer los premios y gratificaciones con los que obsequió el anterior presidente Vicenç Grande a ejecutivos y empleados del club, sin embargo, el abogado mallorquín no quiso entrar en cuestiones «morales» respecto a si estas cantidades debían ser o no aceptadas por los beneficiarios en una época de crisis absoluta en la entidad. «Al final de la temporada pasada y principios de esta el presidente anterior determinó realizar una serie de acciones a bastantes empleados del club y estas acciones variaban entre premios por rendimiento, por antigüedad, blindajes de contratos, ampliaciones y mejoras salariales y esto se hizo de forma amplia», subrayó Alemany. El presidente reconoció que «no voy a entrar en la gestión anterior, pero es claro que existe una disfunción entre este tipo de actuaciones y el estado de la entidad desde el punto de vista financiero», comentó el presidente.

Alemany insistió en que todos estos movimientos están «documentados claramente y desde el punto de vista formal son correctos». Sobre la moralidad de estos premios, subidas salariales y blindajes, Alemany se apresuró a decir que «la moral es algo de cada uno, personal. No tengo que hacer ninguna valoración ni juicio moral. Es un tema que no me corresponde a mí», señaló el presidente del Mallorca.

El máximo responsable del club compareció con semblante serio, lo hizo junto a Joan Buades, secretario del consejo y asesor jurídico, y sin ánimo de entrar en mucho detalles en las cuestiones que se le iban formulando y que tenían principalmente a la figura del director deportivo, Nando Pons, como principal protagonista.

El hecho de que Grande le gratificara con 600.000 euros netos por la venta de varios futbolistas, tal y como avanzó ayer Ultima Hora, es el premio más notables de los muchos que entregó el propietario del Mallorca antes de abandonar el club a un nutrido grupo de empleados. Respecto a si la confianza del consejo hacia el director deportivo sigue intacta o ha variado por este motivo, Alemany manifestó: «Es un tema que no se ha tratado y al director deportivo hay que evaluarlo desde el punto de vista profesional respecto a los fichajes que ha realizado y a los traspasos que se han producido y en este sentido su labor ha sido muy buena», manifestó. Su opinión sobre este tipo de incentivos en un club que atraviesa por una situación económica crítica fue también clara. «Entiendo que se han de dar gratificaciones en función de las posibilidades de la entidad y las sociedades que reparten premios son sociedades que ganan mucho dinero, las que pierden dinero y los clubes de fútbol pierden casi siempre, no es muy habitual que den premios que vayan más allá de las primas a los jugadores», manifestó.

Por último, Alemany calificó la economía del club de «muy complicada» hasta el punto de que la denuncia en la Liga que tramitó el Athletic de Bilbao por impago de uno de los plazos del fichaje de Aduriz, tiene paralizada toda posibilidad de fichar jugadores. «Esto no tiene solución si no hay más financiación o entra un nuevo propietario. Todo está paralizado», dijo Alemany.