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Mateu Alemany se resiste a bajar los brazos. El máximo mandatario bermellón sigue soñando con la posibilidad de que Palma sea una de las sedes del Mundial 2018 o 2022 y le ha pedido al presidente de la Federació de Futbol de les Illes Balears (FFIB), Miquel Bestard, que se dirija a Àngel María Villar con la intención de rescatar la candidatura de Ciutat. Aunque se trata de un intento a la desesperada (el plazo para adaptarse al pliego de condiciones caducó hace unas semanas), Bestard alegará ante la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que si Son Moix no accedió finalmente en la lista de aspirantes fue debido a un problema político, ya que el balompié isleño sí está interesado en formar parte de una de las mayores citas deportivas de todo el planeta.

«Queremos saber qué posibilidades hay de que Palma o Balears pudieran ser sede del Mundial 2018 ó 2022», subrayaba ayer Mateu Alemany. «Si realmente hay opciones, el Mallorca se moverá. Hasta ahora el club no ha sido ni citado para tomar esta aparente decisión de decir que no. Se trata de una posibilidad histórica, ya que vivimos del turismo y es una ocasión única», argumentaba el dirigente mallorquinista.

Para que el proceso se desbloquee y Palma entre de nuevo en la puja es necesario un guiño por parte de la RFEF, que ya ha iniciado la ronda de reuniones con las distintas federaciones autonómicas que sí se subieron recientemente al tren mundialista. Miquel Bestard, que acudió a Valencia para presenciar la final de la Copa del Rey, tenía previsto iniciar ayer mismo las gestiones con Villar y aunque es consciente de que existen muy pocas opciones de que la Española dé marcha atrás, quiere apurarlas del todo. Para ello se argumentará que a la hora de valorar la inclusión de Palma entra la nómina de solicitantes no se tuvo en cuenta ni la opinión del Mallorca ni la de la FFIB, que sí que estarían dispuestos a acoger el Mundial.

«El Mallorca tiene autoridad moral y desde el punto de vista deportivo tiene que reclamarse esta posibilidad», insistía Alemany. «Como ciudadano me parece sorprendente que nadie se lo plantee como una fuente de ingresos, promoción turística e imagen sin posibilidad de ser igualado por nadie», añadía. Además, el presidente bermellón recordaba que aunque uno de los requisitos básicos para optar a la sede es contar con un aforo de 40.000 espectadores, «nadie te obliga a hacer nada hasta que te lo adjudican».

En esa misma dirección, Mateu Alemany destacó que el club tiene prácticamente listo el borrador de la reforma del ONO Estadi y que en las próximas semanas ya podría hacerse entrega del proyecto a las instituciones públicas para que lo conozcan y estudien.

El objetivo de la SAD balear es retirar las pistas de atletismo de Son Moix y acercar las gradas del recinto al terreno de juego y convertirlo en un estadio al estiló inglés, tal y como adelantó este diario el pasado 14 de marzo. Una vez que el borrador llegue a manos del Ajuntament se estudiarán las fórmulas para desarrollarlo, así como las posibles vías de financiación.