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Los equipos baleares de Tercera División ya conocen a los rivales con los que se encontrarán en su camino hacia la Segunda B. Mallorca B, Sporting Mahonés. Santanyí y Binissalem, que estrenarán este fin de semana el nuevo formato de la fase de ascenso, no salieron demasiado beneficiados del sorteo celebrado ayer en las instalaciones de la Ciudad del Fútbol y medirán su capacidad de progresión frente a Oviedo, Mutilvera, Hospitalet y Reus, respectivamente.

El que más complicado lo tiene a la hora de subir un peldaño es el filial bermellón. Al conjunto que dirige Jaume Bauçà, que irrumpe en la fase como campeón del grupo XI, le bastaría con superar su cruce ante el Oviedo para regresar a la categoría de bronce, pero el histórico club asturiano se presenta como un pésimo enemigo. Se ha alzado con el título en el grupo II de forma escandalosa (ha aventajado en 30 puntos al segundo clasificado y sólo ha perdido un encuentro), ha marcado 100 goles y ha recibido únicamente 14. Por si fuera poco, cuenta con una base de operaciones de Primera División (juega sus encuentros en el nuevo Carlos Tartiere, con capacidad para 30.000 espectadores) y tiene a más de 10.000 socios a sus espaldas. Su entrenador es el experimentado Julio Raúl González, quien gestiona una plantilla hambrienta entre la que destacan jugadores especialmente comprometidos como el atacante Diego Cervero.

El Santanyí tendrá que sobreponerse al empuje de otro histórico, en este caso del fútbol catalán. El Hospitalet de Julià Garcia, tercero del grupo V (21 triunfos, 4 derrotas y 13 empates; 63 goles a favor y 28 en contra) buscará un golpe de efecto que le devuelva a su hábitat natural, aunque la escuadra isleña intentará aprovecharse del hecho de jugar el encuentro de vuelta en casa.

El Binissalem se medirá al Reus de Calderé y el Sporting iniciará su aventura ante el Mutilvera navarro, que se topó con la Peña Deportiva en las eliminatorias del curso pasado.