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AgenciasROMA

Roma ya está engalanada para la gran final de la Liga de Campeones. El Manchester, que llegó ayer a la capital italiana, y el Barcelona, que lo hará este mediodía, pelearán mañana por el cetro del fútbol continental en un encuentro apasionante que ha ido cobrando forma en las últimas horas.

En el conjunto azulgrana, Thierry Henry y Andrés Iniesta entrenaron ayer con el resto de sus compañeros, acelerando la recuperación de sus lesiones para llegar a tiempo al encuentro. El delantero francés y el centrocampista español hicieron un entrenamiento completo con el resto de la plantilla por primera vez desde que se lesionaron hace unas semanas, aunque a un ritmo menor. En ese sentido, Xavi Hernández se mostró encantando con la posibilidad de que ambos se enfrenten al Manchester. «Son dos futbolistas básicos en nuestro esquema. Sabemos que jugarán, que estarán al cien por cien, y tenerles es un privilegio, porque con ellos somos mejores», comentó Xavi sobre la recuperación de ambos jugadores.

Pero el centrocampista azulgrana sabe que, para ganar a los ingleses, no sólo harán falta Iniesta y Henry, sino todos los demás. De Carles Puyol espera que sea «el gladiador de Roma», de Samuel Etoo recordó que «en las grandes citas se crece y cuando el equipo necesita un gol siempre está ahí», y sobre Lionel Messi apuntó que «es el mejor del mundo y en la final puede marcar la diferencia». Para Xavi, Messi «no se esconde nunca». Por eso, «el equipo lo ha de buscar y lo tiene que encontrar». Eso sí, advirtió que el argentino no debe hacer la guerra por su cuenta: «Leo es inteligente y sabe que, si juega para el equipo, acaba despuntando».

Las bajas en defensa de Eric Abidal, Rafa Márquez y Dani Alves no deben servir de excusa, según el jugador catalán. «Tenemos defensa de sobras y espero que no se noten», señaló. Xavi Hernández cree que la final llega «en el mejor momento de la temporada» para el Barca, que se encuentra «física y futbolísticamente perfecto». «Hemos tenido diez o quince días para preparar esta final y eso es un privilegio. Llevábamos una carga de partidos importante a estas alturas y hemos podido descansar, soltar un poco las piernas, aunque no hemos dejado de entrenar, de poner atención al tema físico, de hacer trabajo de prevención», argumentó. En Roma les espera el equipo de Alex Ferguson, al que el Barcelona intentará ganarle, «agrediéndole futbolísticamente, teniendo la posesión del balón, creando superioridad en el centro del campo y jugando al ataque como hemos hecho toda la temporada», apuntó Xavi. El de Terrassa explicó que eso es precisamente lo que quiere el técnico, Pep Guardiola: «Que sigamos siendo nosotros mismos, que no cambiemos nuestro estilo y que salgamos a disfrutar». Sobre el colegiado que dirigirá la final, el suizo Massimo Busacca, el jugador azulgrana destacó que guarda un grato recuerdo de todas las veces que le ha pitado. «La verdad es que es un buen árbitro. Le gusta dialogar, te deja hablar y te explica por qué ha pitado esto o aquello». Preguntado por si el equipo había estado ensayando los lanzamientos de penalti durante estos días que han entrenado a puerta cerrada, Xavi fue claro. «No los hemos enseñado. Es una tontería, porque la tensión del partido no lo dan los entrenamientos.

Sólo dos Copas de Europa pueblan las vitrinas del Barcelona, campeón continental los años 1992, al derrotar a la Sampdoria, y en 2006, después de deshacerse del Arsenal de Wenger.