Cuestión de euros

Un solo partido y ante un rival de poca entidad fue el plan elegido por el cuerpo técnico de la roja camino de Sudáfrica. Se ha desviado un poco el rumbo a cambio de 750.000 euros que se embolsa la RFEF por jugar en Bakú, donde el fútbol está varios escalones por debajo del resto de continente europeo, pero que a base de dinero se van modificando infraestructuras para ilusionarse con un futuro más alentador.

Bajas
España comienza a superar la baja de dos hombres claves en la elaboración de juego: Marcos Senna y Andrés Iniesta. Por la cabeza del seleccionador pasa la figura de Xabi Alonso en el medio centro y varios candidatos asoman al enorme hueco que deja Iniesta. Cesc Fábregas, Santi Cazorla y hasta el último en llegar, Pablo, aspiran al puesto.

En competición, en la Copa Confederaciones, con Ramos recuperado, Del Bosque podrá dejar la banda derecha libre y apostar por Cesc. Ante Azerbaiyán será diferente por las molestias en el pubis del defensa andaluz y las características distintas que aporta su sustituto, Arbeloa.

Por eso, el seleccionador piensa en modificar ligeramente el dibujo de su 4-4-2, jugar con rombo y dos extremos natos. No forzará a los tocados (Gerard Piqué, Ramos, Carlos Puyol y David Silva), ni a los jugadores más castigados de minutos en una cargada temporada. En especial a Xavi, el cerebro de la roja al que piensa dar descanso.

Por contra, jugadores como Cesc o Cazorla necesitan jugar. Son los que más cortos llegan de preparación tras superar dos lesiones en la recta final de sus campeonatos.

No se piensa en récords pero España ya atisba el histórico de Brasil (35 encuentros sin conocer la derrota). Acumula 31 partidos consecutivos sin perder. No lo hace desde el 15 de noviembre de 2006, 0-1 ante Rumanía, por lo que ganando a Azerbaiyán más los tres partidos del grupo de la Confederaciones -Nueva Zelanda, Suráfrica e Irak- pasará a la historia por un nuevo registro. De momento, superará hoy el de Javier Clemente.