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Patricia Rodríguez|LONDRES
En una edición marcada por la ausencia de Rafael Nadal y por el buen tiempo, son ahora, en el ecuador de Wimbledon, Fernando Verdasco y Juan Carlos Ferrero los supervivientes, en octavos, de la flota española en un torneo que sigue mirando a Federer como gran candidato, aunque el suizo vive hoy una prueba de nivel ante Robin Soderling.

El suizo quiere proseguir su escalada hacia su sexto título en el All England Club y el número uno del mundo. El sueco, verdugo de Nadal en Roland Garros y víctima del helvétivo en París, se presenta como un rival temible, pero Federer quiere superar una reválida que le cargaría de moral en el arranque de la segunda semana de competición. El número dos del mundo no ha dado pasos en falso y la contundencia de su raqueta ha podido hasta la fecha con la resistencia del taiwanés Yen-Hsun Lu, Guillermo García López y Philipp Kohlschreiber.

En el ecuador del torneo las miradas del tenis español están fijas en Verdasco y Ferrero. El madrileño ha sorteado los escollos planteados por el Ward, Vliegen y Montañés. Ahora le toca otro rival complicado entre los últimos dieciséis, el altísimo croata Ivo Karlovic, el máximo anotador de aces en lo que va de torneo (con 102). Verdasco es consciente de que con el de Zagreb, que mide 2'02 y con el que se disputó la final del torneo de Nottingham en el 2008, que ganó el croata, «intentar ganar puntos con su primer saque es prácticamente imposible».

Ferrero, que está invitado por la organización, se ha mostrado muy contento con su forma física y en absoluto sorprendido de haber llegado hasta aquí. Si el chileno González le planteó un partido difícil, el de Onteniente cree que Gilles Simon le resultará «más accesible».

Por su parte, Nuria Llagostera y María José Martínez juegan hoy contra Victoria Azarenka y Elena Vesnina, por un pase a octavos de final.