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Roberto Morales|BLOEMFONTEIN
La selección conquistó el tercer puesto de la Copa Confederaciones, gracias al duende de Dani Güiza que lideró una reacción de orgullo para escapar de la decepción, con un tanto de falta de Xabi Alonso en la prórroga (3-2).

No podía permitir Del Bosque pasar de firmar récords históricos a encajar dos derrotas consecutivas. El once dejaba claro que iba por el partido. Villa y Torres lucharían por ser máximos goleadores. Aunque las ocasiones se las tuvieron que trabajar ellos. No obstante, la figura de Booth, el guerrero blanco, el gran ídolo de la afición, se imponía. A España le faltó el ritmo y la velocidad de Sudáfrica le hizo sufrir cuando la Roja no lograba apoderarse del balón y generar peligro.

España firmaba sus mejores minutos cuando, de nuevo, fue víctima de un error defensivo. Tshabalala cogió la espalda a Arbeloa y su centro encontró un agujero en el centro de la zaga, por donde se coló Mphela para fusilar a Casillas a cámara lenta.

El campeón de Europa protagonizó una reacción llena de casta. Güiza, a dos minutos del final, mató un balón con el pecho y disparó ajustado al palo. Nada más acabar su celebración, colocó en la escuadra un centro desde la derecha.

Cuando España resoplaba, pasado el susto, una falta muy discutida de Riera acabó en un golazo. Pasaban tres minutos de la hora. Y Sudáfrica tuvo el acierto que le faltó ante Brasil. De nuevo Mphela, pateó a la escuadra para dirigir el duelo a la prórroga. En esa prolongación, Xabi Alonso pegó una falta escorada que pasó entre todos para acabar en la red.