«En estos momentos hay cero planificación deportiva, cero futuro institucional; cero patatero. Os aseguro que no voy a repetir otro año así». La frase no es nueva y aunque la acuñó Gregorio Manzano el pasado 29 de mayo, mantiene su vigencia en la actualidad mallorquinista. El técnico jienense, que tendrá hoy la primera toma de contacto con los futbolistas de la plantilla, se va a encontrar con un panorama desolador, mucho peor del que él mismo criticaba a finales de la temporada anterior. Y aunque de eso han pasado ya algunos meses, el futuro de la SAD balear continúa en el aire. Ni planificación deportiva, ni futuro institucional. O lo que es lo mismo, cero patatero.
La jornada de hoy llevaba tiempo marcada en la agenda del Mallorca. A primera hora de la mañana un grupo de futbolistas formado por Tuni, Martí, Nunes, Corrales y Callejón está citado en las instalaciones de la ciudad deportiva para someterse a las pertinentes pruebas médicas de cada de pretemporada. Tras ellos y repartidos en otros tres turnos irán desfilando de los integrantes del plantel, en lo que supondrá el inicio del trabajo veraniego. Sin embargo, Manzano inaugurará los entrenamientos con un equipo visiblemente deteriorado en el que se echará en falta a alguno de los jugadores más representativos de los últimos tiempos. Miquel Àngel Moyà ha sido traspasado al Valencia y Juan Arango, al Borussia Monchengladbach, aunque no son los únicos que se han apartado del proyecto, ya que los cuatro futbolistas cedidos del curso anterior (Jurado, Cléber Santana, Scaloni y David Navarro) han regresado a sus clubes de origen. En total, seis habituales del equipo titular que han abierto una zanja importante en la libreta del entrenador andaluz. Y por si fuera poco, perderá a Alhassane Keita durante cuatro meses por una sanción de la FIFA. Casi nada.
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