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Efe|MADRID
Rafael Nadal, en una entrevista concedida a Televisión Española, afirmó que la separación de sus padres, conocida recientemente, afectó a su rendimiento «más de la cuenta», sobre todo por el hecho de «no estar en casa», pero que esa situación no le sirve de excusa para enjuiciar sus prestaciones. «Llega un momento dado en que ocurren algunos cambios en la familia. Y, como es normal, al principio soy humano y es difícil de asimilar», aunque reconoció tenerlo «casi totalmente superado». Nadal quiso aclarar que ese hecho «no es realmente lo que me ha afectado, porque eso sucedió hace varios meses y yo gané en Indian Wells, en Barcelona y en Roma. Sinceramente, mi problema real son las rodillas», sentenció. El tenista manacorí explicó también que su ilusión «no es ser el número uno» de nuevo, sino «volver a ser el de siempre, ser feliz jugando al tenis y mejorar». Sobre su fortaleza mental declaró que «es una virtud que he tenido estos años, además del respeto a los rivales. He aprendido a disfrutar sufriendo». Ese respeto que tiene hacia sus rivales «hace que tengas muchas más dudas antes de empezar un torneo, yo ahora mismo soy un mar de dudas», sentenció.