Mateu Alemany ha llegado a Kössen dispuesto a modificar el discurso del Mallorca. El presidente y propietario del club balear aprovechó sus primeras horas en el Tirol para reunirse con Gregorio Manzano y Nando Pons y trazar la ruta que seguirá a partir de ahora la entidad. El abogado ha sepultado el tema de la venta de sus acciones, al menos públicamente, y sólo quiere que se hable de fútbol. Nada más. De hecho, ayer compareció por primera vez ante los medios tras las ruptura de las negociaciones con Carlos González y fue tajante. «No podemos seguir perjudicando nuestros intereses», argumenta.
El presidente tiene claro que había que dar un paso al frente y era momento de continuar. «Yo quiero mucho a esta casa y estoy preparado para afrontar la gestión. Ya no es un tema de ilusión, sino cuestión de responsabilidad y la mía es poner mi esfuerzo al servicio del Mallorca», aseguró.
Aunque no afirma en ningún momento que vaya a seguir sobre el puente de mando hasta el próximo 30 de junio, de ahora en adelante se centrará en cumplir los deseos del técnico y en construir el equipo de la temporada 2009-10. «Después de lo que había ocurrido había que conocer de primera mano lo que había aquí, sobre todo, las impresiones que tienen los máximos responsables del club en materia deportiva. Quiero saber sus inquietudes, intenciones e ideas para empezar a tomar decisiones estratégicas», apuntaba el dirigente justo después de ponerse tras los micrófonos. «Siempre dije que el tiempo destinado a hablar de la venta tenía que ser limitado para no perjudicar nuestros intereses y ya ha acabado. La responsabilidad del consejo actual y la mía como presidente pasa por defender a la entidad en todas sus áreas y ahora hay que centrar la gestión en la parcela deportiva», agregaba.
Cuestionado una y otra vez acerca del episodio protagonizado junto a Carlos González, Alemany se hartó de hacer regates, aunque lanzó algún que otro dardo en dirección a la capital. «Se firmó un documento de compromiso con una fecha determinada y sólo estaba sujeta a un pago que no se hizo. Eso fue lo que pasó. Para lo demás me remito al comunicado hecho público el lunes», sentenciaba.
Además, tampoco cree que se haya perdido tanto tiempo por el camino: «El Mallorca ha continuado con sus labores ordinarias y estamos a más de un mes para el inicio de la temporada, por lo que hay tiempo suficiente para programar y planificar. Hay una base de equipo hecha a la que hay que aplicar retoques, pero estoy aquí para eso», comentaba.
A la hora de hablar de recursos, Alemany tampoco duda. El presidente desveló que el club había saldado durante la mañana de ayer la deuda que mantenía con Cléber y David Navarro y señaló que el Mallorca es capaz de sobrevivir por si mismo en el futuro. «Estamos en un mercado complicado en el que todos los clubes pasan por dificultades económicas y nosotros somos uno de ellos. También es verdad que se ha hecho un trabajo muy bueno de saneamiento y financiación de la deuda porque todos nuestros recursos han ido dirigidos a recomponerla y a reducirla en todo lo posible. Estamos en condiciones de afrontar nuestros compromisos», aseguraba. A continuación, agradeció el gesto que han tenido todos los jugadores que pertenecían a la plantilla del curso pasado al aceptar cobrar sus fichas en diez plazos. Eso sí, con algunas reservas. «Quiero aprovechar para agradecer públicamente a la plantilla y al cuerpo técnico que hayan aceptado un aplazamiento importante. Han sido conscientes de la situación y han aceptado esa flexibilidad e incluso algunos de ellos ya no están aquí. Eso denota implicación y me satisface. Gracias a ellos el Mallorca puede afrontar sus compromisos. Sólo hay tres jugadores a los que excluyo. No daré nombres, pero es evidente de quién hablo», dijo refiriéndose a Cléber, Navarro y Arango. Ahora, el único asunto capital que queda sobre la mesa es el 'caso Aduriz', aunque todo apunta a que se resolverá rápido: «Es un tema nos condiciona en el capítulo de fichajes. No es tan urgente, pero por respeto al acreedor hay que resolverlo. Estoy convencido de que muy pronto lo dejaremos arreglado».
Con respecto al aspecto que presenta la SAD, el mandatario es más positivo que nunca. «La situación de organización y la financiera son las que son, es decir, las mismas que me encontré el 15 de enero. Hasta ahora hemos sido capaces de gestionar el club desde todos los puntos de vista y estoy muy contento y orgulloso del trabajo realizado, pese a nuestras carencias», destaca.
Centrándose en el plano deportivo, Alemany, en contra de lo que señalaba el otro día Nando Pons, no ve a Manzano preocupado: «Yo lo he visto muy bien. Tranquilo, contento, centrado en su trabajo, como siempre. Otra cosa es que tengamos que establecer determinadas situaciones, pero le he visto bien», subraya.
Alemany descubrió además que los encargados de darle forma a la plantilla tienen muy claras las bases del proyecto. «He visto al técnico y al director deportivo con las ideas muy claras y tienen todo mi apoyo», afirma. «Voy a intentar cumplir sus premisas. Desde el martes trabajamos, estamos en el mercado y haciendo gestiones, que intentaremos que sean lo más secretas posibles y que empezarán a conocerse pronto. Estamos en marcha y trataremos de acelerar, ya que con el paso del tiempo el mercado se volverá más flexible y concederá más oportunidades, aunque tendremos que tener un poco de paciencia». A partir de ahí, únicamente queda enganchar a una afición que, de momento, no ha respondido en la campaña de abonados: «Hay un antes y un después por lo de la venta. Se ha iniciado un trabajo de planificación que traerá gente nueva a la plantilla y seguro que la afición entiende el mérito de estar en Primera y que sabe que podemos hacer un buen equipo. Es normal que hasta ahora haya habido dudas, pero seguro que la afición reaccionará».
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