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Efe|ROMA
El mallorquín Marco Rivera batió en la jornada de ayer el récord de España de los 1.500 metros libre al registrar un tiempo de 14 minutos 57 segundos y 47 centésimas en la primera ronda de la categoría en el Mundial de Natación de Roma 2009, que concluirá en la jornada de hoy en las piscinas del Foro Itálico.

Este registro supone, además, la primera vez que un nadador español baja de la marca de los 15 minutos en los 1.500 metros libre y permite a Rivera pasar en cuarto lugar a la final de hoy, después de concluir segundo en su serie. Además, Marco sella una gesta hasta ahora al alcance apenas de diez nadadores europeos.

Esos menos de quince minutos registrados este sábado por Rivera mejoran la plusmarca nacional que el propio deportista, quien ya compitió en esta categoría en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, había establecido en abril de este año en Málaga: 15 minutos 7 segundos y 90 centésimas.

Por delante del nadador balear pasó en primer lugar el chino Yang Sun, con una marca de 14 minutos 54 segundos y 54 centésimas, seguido del tunecino Oussama Mellouli, que paró el cronómetro en los 14 minutos 54 segundos y 56 centésimas. Un solo puesto por delante de Rivera y en tercera posición se clasificó para la final de mañana el canadiense Ryan Cochrane, con una marca de 14 minutos 56 segundos y 56 centésimas.

Referencia
El actual récord del mundo y del campeonato de la categoría se sitúa en los 14 minutos 34 segundos y 56 centésimas, tiempo alcanzado por el australiano Grant Hackett en la ciudad japonesa de Fukuoka. Todo un reto para el mejor mediofondista español de todos los tiempos, que a base de plusmarcas en las disciplinas de medio fondo ha conseguido ganarse un lugar en la historia, mejorando incluso los registros de los hermanos Escalas, teniendo la oportunidad de dar otro paso al frente a la hora de superar a los referentes estatales en estas disciplinas.

El propio Marco Rivera dijo, tras clasificarse para la final de los 1.500 metros de los Mundiales de natación 2009 y ser el primer español en bajar de quince minutos, que para él fue «una pasada».

El nadador natural de Palma de Mallorca, nacido en 1983 y adscrito al Club Santa Olaya, es el primer español que disputa una final de 1.500 en un Mundial desde que Rafael Escalas, también nacido en la capital de las Illes Balears, compitiera en el Mundial de Guayaquil, en Ecuador, en el año 1982, donde fue séptimo, sentando un precedente que hoy puede ser superado por un Rivera que demuestra así su progresión y madurez.

El propio Rivera manifestó nada más abandonar la piscina que «casi prefería bajar de quince minutos que estar en la final. Estoy realmente contento, parece que he dado un salto de calidad en este Mundial», explicaba el doble olímpico (Atenas y Pekín), quien no escondió sus cartas y exhibió su discurso más ambicioso. «En la final voy a salir todo lo fuerte que pueda, no tengo nada que perder, era sorprendente, veía al chino y a Cochrane (Ryan, estadounidense) al lado; le he metido la mano al chino y estoy muy contento», dijo.

El español señaló que «la final será muy difícil. Como te reserves te quedas fuera. Tenía la decimocuarta marca de inscripción. El año pasado fallé en Pekín. Me encuentro en un estado de forma muy bueno, es mi mejor año, es muy difícil coger tu punto de forma», explicó el laureado nadador mallorquín, que se encuentra ante una oportunidad de oro en vistas a lograr la primera medalla para la natación isleña en unos Campeonatos del Mundo, pudiendo dar continuidad a las tres (dos platas y un oro en sincronizada) de Marga Crespí.

Rivera añadió que «este año tengo la suerte de disfrutar más entrenando, es la mejor temporada, tengo que aprovechar el momento y disfrutarlo».