El partido comenzó con una selección de Serbia muy enchufada que se adelantó en el marcador en las primeras jugadas del encuentro. España, estando en inferioridad, aguantó el tirón de los serbios y puso la igualdad en el partido mediante un penalti materializado por Xavi García.
Sin embargo, la gran estrella de los serbios, Udovicic, respondía a la reacción española con dos goles, con los que ponía tierra de por medio en el partido. Pero el combinado español no bajó los brazos y Xavi García marcaba de tiro lejano a falta de un segundo para el final del primer cuarto, subiendo el 3-2 al electrónico.
Tras el descanso, España se conjuró para remontar el partido y salió a la piscina dispuesta a colgarse el oro. De este modo, Xavi García lanzaba un zurdazo contra el que nada podía hacer el portero, y así volver a igualar el partido. Sin embargo, Filipovic aprovechó una superioridad del cuadro serbio para volver a adelantarse en el marcador, antes de que los de Rafa Aguilar pudieran saborear el empate.
Pero España que estaba plantando cara a Serbia, siguió intentándolo obteniendo el premio con un gol de Molina que suponía el 4-4, cuando España se encontraba en interioridad. El resultado no se movería llegando a un último cuarto de infarto con el empate 4-4 en el marcador.
El último cuarto empezó con mala fortuna para los españoles, que veían como Filipovic batía a Aguilar en los primeros segundos del cuarto. España lo seguía intentando, pero no pudo evitar que Dusko Pijetlovic marcase y pusiera a Serbia con dos goles a favor, poniendo el partido muy cuesta arriba para España a falta de 4 minutos.
El cuadro español tuvo que recurrir a la épica, volviendo a resurgir Xavi García para recortar distancias y dejar a Españá un gol abajo en los últimos minutos del encuentro. De este modo, se llegó a la última jugada del partido, en la que Xavi García no falló, y se convirtió en el héroe de los españoles marcando gol a falta de 11 segundos para el final del encuentro, lo que suponía el empate 6-6 al final del tiempo reglamentario. Tras el 7-7 de la prórroga, el resultado no se movió durante la segunda parte del tiempo extra, con los dos conjuntos muy conservadores y concentrados, condenando al partido a resolverse en la tanda de penaltis. Con este final agónico el portero serbio Soro paró la pena máxima definitiva rompiendo las ilusiones de los españoles, tras una final épica que acabó 7-6 en los penaltis.
De este modo, Serbia se proclamó Campeona del Mundo, mientras que España se tuvo que conformar con la plata, tras un encuentro que se recordará durante mucho tiempo.
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