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Tolo Jaume Entre todos los viajes que le llevan alrededor del Planeta, Jorge Lorenzo hizo uno a sus orígenes. Hace ya más de quince años forjó su talento sobre el asfalto del circuito de Aquacity y ayer, en sus minivacaciones en la Isla, regresó a un trazado pequeño como el de Son Hugo para compartir entrenamientos con su padre, 'Chicho' Lorenzo, que condujo sus primeros pasos sobre las dos ruedas como sigue haciendo ahora con los chavales que integran la escuela Lorenzo Competición en las intalaciones que el IME ha cedido a la Asociación de Padres de pilotos.

«Hacía tiempo que no venía y siempre es bonito pasar unos días aquí, ver a mi familia y pasar un rato con los chavales», expresó el bicampeón del cuarto de litro antes de enfundarse el mono de trabajo bajo un intenso calor. «Los niños alucinan porque ven a un piloto que sale por la televisión y es una sensación especial porque a mí me pasaba lo mismo», comentó. Y es que los discípulos de Chicho miraban con asombro a Jorge y se acercaban para darle la mano provocando más de una sonrisa en el balear. «Me lo he pasado muy bien porque es algo diferente y divertido», resumía.

La presencia del mallorquín en Son Hugo pone de relieve su apuesta por la cantera y, al mismo tiempo, evidencia que el motociclismo balear precisa crear o mejorar sus instalaciones. Al respecto, Jorge Lorenzo opinó que «casi es igual de importante tener un circuito en condiciones como trabajar con la cantera. Con muy poco dinero mi padre ha ido sacando chavales y esto demuestra que puede ser más inteligente apostar por iniciativas como las suyas que pretender grandes instalaciones aunque éstas también puedan ser necesarias».

El lunes dejará la Isla y el martes pondrá rumbo a Estados Unidos para tomar parte del Gran Premio de Indianápolis con la victoria entre sus objetivos. «El Mundial estará perdido cuando las matemáticas lo digan, pero la verdad está casi imposible», recalca Lorenzo, que advierte que en tres o cuatro días se conocerá su destino la próxima campaña.

En la misma línea se pronunció su padre, Chicho Lorenzo, cuyo principal consejo al bicampeón es el de siempre «que no se precipite». Sin duda fue un día especial para Chicho, que comentó que «he disfrutado mucho entrenándolo cuando era pequeño y me gusta que esté aquí. Ojalá pudiéramos disfrutar más tiempo de él».