«La verdad es que tengo la conciencia muy tranquila. He corrido bien, no he cometido falta alguna. A falta 150 metros, Burka se abre un poquito, deja espacio y decido adelantar por dentro. En el momento que vio que yo iba a pasar se cerró, me desplazó hacia fuera, hubo un pequeño forcejeo, ella cayó y eso es todo», explicó la tarraconense. «No me arrepiento, no soy una atleta a la que me guste arriesgar, meterse a base de codazos. Si me decido pasar es porque he visto que había hueco», comentó.
Natalia Rodríguez indicó que no dio la vuelta de honor porque «estaba todo el estadio silbando y era un poquito desagradable» y apuntó que, pese a que estaba contenta por su triunfo, al finalizar fue a hablar con Burka porque le «sabía mal» por la etíope. La madrileña Nuria Fernández, cuarta tras la descalificación de su compañera, noticia que conoció cuando llegó a la zona mixta del estadio Olímpico de Berlín, manifestó que para ella la campeona del mundo es Natalia.
El combinado nacional perdió una medalla, tres finalistas y cinco puntos en la clasificación global de los campeonatos del mundo, pero logró, por medio de Marta Domínguez, su primer título en diez años. La medalla de oro de Natalia, cuya descalificación fue admitida como justa incluso por la Federación Española, habría situado a España undécima en el medallero mientras que sin ella termina decimoquinta. En Berlín han sido siete finalistas: Marta Domínguez (oro en 3.000 obstáculos), García Bragado (bronce en 50 km. marcha), Nuria Fernández (4a en 1.500), Beitia (5a en altura), Beatriz Pascual (6a en 20 km. marcha), Mayte Martínez (7a en 800) y Chema Martínez (8o en maratón). José María Odriozola, cifró los objetivos del equipo en conseguir «al menos una medalla y entre diez y doce finalistas», dijo.
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