Borja, más difícil todavía

Durante la jornada de ayer, los emisarios mallorquinistas se reunieron con los gestores del WBA para tratar de alcanzar un acuerdo. Sin embargo, las conversaciones no fructificaron. El club de Birmingham, que abonó 6 millones de euros por el fichaje del centrocampista, no está dispuesto a rebajar sus pretensiones.

Mientras tanto, Borja se mantiene a la espera, aunque cada vez se muestra más pesimista. El madrileño siempre ha expresado su deseo de regresar a la Isla, un hecho que, de producirse, podría ser en el último momento, con el inicio de campeonato en el horizonte o incluso con la Liga ya comenzada. Cabe recordar que los clubes tienen de plazo hasta el lunes día 31 a las 0.00 horas para la tramitación de nuevas licencias, al día siguiente de disputarse la primera jornada.

Después de la mala experiencia con Camuñas -uno de los objetivos prioritarios de Gregorio Manzano que firmó anteayer por Osasuna-, la propiedad deberá estrechar el cerco sobre Borja para impedir que otro equipo se pueda entrometer en la operación. Uno de los clubes que también se ha interesado por Borja Valero es el Racing de Santander. El técnico del conjunto cántabro, Juan Carlos Mandiá, está muy interesado en el jugador, cuya primera opción sigue siendo el Mallorca aunque no depende sólo de él.

Si las conversaciones para fichar a Borja Valero se atascan, tampoco han avanzado en exceso las otras operaciones que se mantienen en marcha. Así por ejemplo el club sigue negociando con el Milán la cesión del lateral brasileño Felipe Mattioni, que es uno de los principales candidatos para reforzar la banda derecha. El representante del futbolista, Mino Raiola, que también es el intermediadio del delantero sueco Zlatan Ibrahimovic, confirmó ayer a IB3 Radio que las negociaciones con la entidad isleño se mantienen abiertas.

Mientras el club trabaja para cerrar la plantilla, que de momento sólo registra las novedades del central gallego Rubén González y del centrocampista portugués Bruno China, el presidente Tomeu Vidal transmitió ayer «tranquilidad» a pesar de la tensión que existe entre el consejero delegado y el entrenador.

«Es normal este estado de nerviosismo porque la Liga está a punto de comenzar y esta propiedad ha llegado con el tiempo justo». También aseguró que él no debe interferir para solucionar las diferencias entre Martí Asensio y Manzano porque «no es mi trabajo. Soy presidente institucional y esa es mi labor. Pienso que quizás las manifestaciones del entrenador fueron más allá de lo que él mismo quería decir».