Gregorio Manzano y Bruno China, durante un entrenamiento del Mallorca en Son Bibiloni. g Foto: MONSERRAT

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Tras casi tres meses en el garaje, el Mallorca vuelve esta tarde al asfalto. El club balear, que durante ese tiempo ha sido víctima de una profunda remodelación, inaugurará la temporada y un nuevo estilo de vida. Los hombres de Gregorio Manzano, aún entre nubarrones, escenificarán el primer partido oficial de la era Martí Mingarro en una jornada de saludos, presentaciones y bienvenidas. El equipo está incompleto y el incendio de los despachos sigue sin extinguirse, pero lo único que importa a estas alturas de la película es que el balón vuelve a ponerse en movimiento (ONO Estadi, 17.00 horas).

El partido que abrirá el fuego ante el Xerez va a sorprender a la entidad en uno de los tramos más peliagudos de su historia reciente. Mientras el consejero delegado apura el calendario en busca de efectivos con los que aproximarse al entrenador y darle otra dimensión a la plantilla, los futbolistas ya están preparados para atraer la atención de los focos y rebajar la incertidumbre que se ha instalado entre la afición a raíz de los últimos acontecimientos.

Cambio de piezas
En cualquier caso, Manzano acude a la batalla con un ejército visiblemente lastrado. El entrenador jienense, probablemente el más crítico con todo lo que ha ocurrido últimamente entre los muros del club, redactó ayer una convocatoria con sólo 17 futbolistas y alguna que otra baja dañina. Sin Josemi ni Varela (ambos arrastran una sanción de la temporada pasada), el Mallorca se adentra en la Liga cojeando por el flanco derecho, donde el técnico deberá improvisar un parche para reducir las fugas que hay a la vista. Lógicamente, eso condicionará de manera importante la primera alineación del ejercicio y la fisonomía del grupo. Para el lateral derecho, por ejemplo, el jienense maneja un par de opciones. La primera de ellas es cambiar de costado a Quique Corrales, tal y como hizo en el último amistoso del verano frente al Levante. La otra consistiría en situar ahí a Iván Ramis y darle la alternativa a Rubén en el eje de la zaga como compañero de baile de Nunes. Un par de metros por delante, el dilema se multiplica. Sin embargo, aquí lo más probable es que apueste por Gonzalo Castro, que posiblemente alternaría de banda con Tuni. El solleric volverá a disfrutar de oportunidades tras su cesión al Hércules y protagonizará un caso similar al de Víctor Casadesús, que se perfila como titular en ataque al lado de Aduriz. Si Manzano prefiere reservar al de Algaida para el segundo tiempo, el peso recaerá sobre los hombros de Pierre Webó. Al margen de eso, destaca la entrada en la convocatoria del portugués Bruno China (su fichaje desató el último gran enfrentamiento entre el técnico y la propiedad) y del canterano Alberto López. De hecho, el único miembro del plantel que se ha quedado fuera de la lista aparte de los sancionados es el brasileño Felipe Mattioni, que ya anunció a su llegada que necesita «dos o tres semanas» para estar a punto físicamente y saltar a la arena.

En la esquina contraria del cuadrilátero se erige el Xerez, que afronta en Palma el partido más especial de su historia. Los andaluces, que no se enfrentan al Mallorca en un campeonato regular desde 1989 (Segunda División), debutan en la máxima categoría cargados de entusiasmo. Para la ocasión, el técnico de los andaluces, José Àngel Ziganda, ha incluido en la convocatoria al delantero venezolano Giancarlo Maldonado, pero no podrá contar con Bermejo, por lesión; y Míchel, Toni y Casado por decisión técnica.