Los gallegos tuvieron muchas más dificultades para circular el balón que en la primera jornada, pero le fueron ganando metros a los malagueños conforme avanzó el cronómetro. El Málaga cedió metros y se apagó en ataque, aunque Duda lo intentó en varias ocasiones.
La reanudación, lejos de acabar con el aburrimiento generalizado, lo incrementó, con un Deportivo sin capacidad para sorprender al Málaga, que ofreció una versión muy distinta a la que desplegó ante el Atlético. El Deportivo no funcionó hasta que el brasileño Filipe Luis, que se sacó de la nada un potente lanzamiento desde 25 metros que se coló por la escuadra.
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