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El Bàsquet Mallorca se ha convertido en una de las grandes sensaciones de la última entrega de la LEB Oro. Ajeno a las limitaciones que presiden el nuevo proyecto, el conjunto isleño ha expuesto su mejor versión ante Vigo y Ourense y ha empezado a recortar el camino hacia la permanencia. «Ése es nuestro único objetivo», recuerda Xavi Sastre. El técnico, que no está dispuesto a que el gran inicio genere falsas expectativas, cree que el grupo está todavía en fase de formación y recuerda que «aún faltan muchas cosas por mejorar». Mientras tanto, la afición del Palau vuelve a disfrutar con el juego de un equipo que se ha ganado un hueco entre el póquer de cabeza.

El camino inaugurado hace diez días en As Travesas se alargó el pasado viernes en Inca gracias a una de esas actuaciones que alimentan el optimismo. Liderado por un Joan Riera estelar (25 puntos), el Mallorca pasó de estar contra las cuerdas a descargar todo su potencial ofensivo sobre los hombros del Ourense, que se marchó de la Isla con diecinueve puntos de desventaja en el equipaje (96-77). «El otro día supimos ir de menos a más y es verdad que hemos ganado los dos partidos, pero en Vigo sufrimos para tumbar a un rival en formación», aclara el entrenador de los baleares. «Tenemos que disfrutar esto sin más, porque ahora vendrán otros adversarios complicados y no podemos despistarnos. Hay algunos equipos por encima del resto, pero la liga vuelve a estar muy igualada y en cada partido puede pasar cualquier cosa», añade.

Sastre cree que lo más importante hasta ahora es que se ha derrotado a dos oponentes directos: «Tenemos la salvación a doce victorias y eso es lo único que debe preocuparnos. El plantel funciona, pero debemos pulir muchas cosas en defensa y aplicar algunos conceptos que conocemos muy bien en la teoría y que a veces obviamos por falta de concentración». El viernes, ante el colista (Palencia), podrá poner a prueba esa evolución.