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Miguel Luengo SHANGHAI

El mallorquín Rafael Nadal luchará hoy (10.30, IB3 Televisió) contra el ruso Nikolay Davydenko por convertirse en el primer ganador del Masters 1.000 de Shanghai, tras vencer a su compatriota Feliciano López por 6-1, 3-0 y retirada por lesión, metiéndose por primera vez en una final tras cinco meses. La última que jugó -y perdió ante Federer- fue la del Masters de Madrid.

 

En tan solo 50 minutos, con Feliciano cojeando ostensiblemente, Nadal liquidó el duelo fratricida. La primera comparecencia del toledano en un Masters 1.000 acabó con gesto de dolor para 'Feli', que contrariado se disculpó ante Rafael. «Lo siento, pero es que no podía ni poner el pie en el suelo», le dijo en la red al abandonar. El público de la central del Estadio Qi Zhong acabó con más hambre de tenis después de tan corto aperitivo, y Nadal tuvo que lanzar bolas a los aficionados para contentarlos. El espectáculo de esta semifinal fue corto, si se compara con el tremendo duelo que protagonizaron Davydenko y el serbio Novak Djokovic en la otra, con victoria del ruso por 4-6, 6-4 y 7-6 (1) en tres horas y dos minutos trepidantes.

 

En una ocasión como ésta, 'Feli' no pudo dar lo mejor de sí. Ganó una sola vez su servicio y lo cedió cuatro veces. Solamente se apuntó nueve puntos con su saque, y se vio empujado a la línea de fondo por los golpes de Nadal, muy sobrado durante el corto enfrentamiento. Feliciano fue atendido al acabar el primer set. Le vendaron el pie derecho y le suministraron un calmante, y pudo continuar, pero sin ofrecer mucha resistencia a Nadal. Tras encajar el 3-0 en el segundo, el toledano decidió retirarse para convertirse en el noveno jugador que abandona lesionado el torneo.

 

Precedentes

Nadal, con 61 victorias esta temporada, llegará fresco a la final, su séptimo enfrentamiento con Davydenko, con 4-2 para el de Manacor, que venció el último este año en Barcelona (tierra batida) y que también salió airoso del que mantuvieron en este mismo escenario del Estadio Qi Zhong hace tres años, en la Copa Masters. El balear perseguirá el sexto título esta temporada y su cuarto Masters 1000 después de los de Indian Wells, Montecarlo y Roma.

 

El de Manacor ha invertido en los dos últimos partidos dos horas y 26 minutos, teniendo en cuenta que el croata Ivan Ljubicic también se le retiró el viernes por lesión. Davydenko necesitó justamente cinco horas para gestionar los dos suyos, y acabó su maratón notablemente cansado, aunque algo menos que su rival, que venía de ganar el torneo de Pekín la semana pasada.

 

Davydenko reconoció que su físico fue mejor que el de Djokovic. «Creo que estaba muy cansado del partido de ayer, aunque también el mío fue largo, pero creo que cuando él pierde mucha energía no puede jugar al cien por cien en el tercer set. También cometió muchos errores y perdió concentración», dijo el ruso.

 

Nikolay bromeó con una periodista que le comentó que quizás el hecho de no ser un hombre atractivo le había hecho centrarse más en su tenis. «Quizás aquí en China no lo sea, pero sí en Rusia, y ahí está mi mujer (Irina) para confirmarlo», dijo. «Ella me ayuda mucho y yo necesito su ayuda. Esta semana no he tenido a mi entrenador conmigo (su hermano Edouard) pero mi esposa es mi mejor seguidor, ha sido importante en este partido», añadió.

 

Argumentos

Una derecha cruzada, besando la línea lateral, puso fin a la guerra entre Davydenko y Djokovic, la misma batalla que se dio el pasado año en la final de la Copa Masters, con triunfo del de Belgrado, que también se había impuesto al moscovita en la primera fase de esta competición.

 

Venganza pues de Davydenko, un jugador temido por su constancia y juego machacón, exento de la belleza de otros tenistas pero con perfiles de obrero, incansable a la desesperación. Y parón de Djokovic, ganador en Pekín, y el segundo más popular entre los aficionados chinos, tras Nadal.

 

Davydenko demostró su coraje tras ceder el primer set y luchar en el segundo sin desmoronarse, para cerrar este siguiente parcial con un saque directo y forzar en el tercero un maratón de golpes en los intercambios, hasta 32 en uno de ellos, y conducir el partido al desempate, tras rallys agotadores. Allí Davydenko mostró de nuevo su seguridad. Se colocó con 5-0 arriba y apuntilló a la primera oportunidad su gran venganza. Ahora, con 240 puntos más, sobrepasa a Soderling y Verdasco en la clasificación para la Copa Masters y se sitúa séptimo. Hoy buscará su título 18, y el cuarto este año tras Hamburgo, Umag y Kuala Lumpur.

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