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En el quinto aniversario de su fallecimiento, la FFIB ha decidido hacer un merecido homenaje póstumo a Tomeu Antich, uno de los futbolistas mas importantes en la historia del fútbol balear, por su aportación al Atlètic Balears pero especialmente por su espectacular triunfo en el fútbol venezolano.

Bartomeu Antich Trobat nació en Algaida el 11 de setiembre de 1928. Como tantos mallorquines de aquella época anterior al boom turístico, Tomeu Antich, albañil de profesión, emigró a Venezuela en busca de un mejor horizonte económico. Se fue a hacer las Américas y seis años más tarde regresó a Algaida con dos timbres de gloria. Uno, con año y medio de edad, se trajo a su primer hijo, llamado Francesc, que con el tiempo llegaría a ser presidente del Govern, cargo que por segunda vez ocupa en la actualidad. Dos, pasa por ser el primer futbolista mallorquín en triunfar plenamente en Sudamérica, tierra de buenos guardametas por añadidura, ya que defendió la portería de la selección venezolana absoluta, aunque fuera en unos pocos amistosos.

Fue campeón de Venezuela con el Banco Obrero la temporada 1958-59. «Jugué con la selección venezolana porque la normativa de la época permitía que jugaran tres extranjeros. Todos los partidos que disputé fueron de preparación para la Copa de América, que yo no fuí a jugar porque regresé a Mallorca: tenía que invertir el dinero que había ganado, que no era mucho, pero como me había ido de Algaida tan pobre, tan pobre, que volví medio rico y con una gran experiencia a cuestas. Como futbolista me sentí más realizado en Venezuela. Cuando marché de Palma a Caracas jugaba en el Atlètic Balears gratis en Segunda División y cobraba 800 pesetas al mes como albañil. Allí cobraba 18.000 pesetas al mes por sólo jugar al fútbol prácticamente, ya que el trabajo en un banco que daba nombre al equipo de Primera que yo jugaba era una especie de tapadera», contaba Antich en una entrevista en este periódico.

«En los siete partidos con la selección nacional de Venezuela no me metieron ningún gol. Es más: recuerdo haber parado tres penalties», añadía con lógico orgullo. El paso de Tomeu Antich por Venezuela fue breve, pero intenso. Como intensa había sido su existencia en Algaida, donde nació el 11 de septiembre de 1928 en el seno de una familia modesta donde el padre, Francesc Antich Fiol, carnicero de profesión, estaba casado con Catalina Trobat Oliver. Falleció en 2004.