17/11/09 0:00
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Fernando Fernández No están siendo semanas fáciles para Rudy Fernández. En su segunda temporada en la NBA, el escolta mallorquín de los Blazers sabe que va a tener trabajo extra. Tras una pretemporada marcada por la recuperación de la lesión de espalda que arranca del pasado curso, y después de ver cómo la franquicia de Portland ampliaba su contrato con el jugador formado en Sant Josep hasta 2011, las previsiones que auguraban enorme competencia para Rudy parecen haberse cumplido. Tanto, que los promedios del mallorquín se han reducido respecto a la campaña 2008/09.

Y es que Rudy ha visto cómo de los 25'6 minutos que disponía por partido, ha pasado a 20'9 (con once partidos de temporada regular disputados; esta madrugada han jugado en Atlanta). De la misma manera, los 10'4 puntos de la anterior campaña han pasado a ser 7'4, aunque sus porcentajes de tiro son, por el momento, superiores (84'2% en tiros libres, 40'5% en triples y 43'1% en tiros de campo).

Ganarse la confianza del preparador de los Blazers, Nate McMillan, se ha convertido en objetivo añadido para Rudy en su segundo año en el Rose Garden. Algo que, pese a actuaciones irregulares en sus últimas apariciones en pista, parece tener garantizado el campeón continental y mundial. Eso sí, siempre podría contar con mayor protagonismo, ya que en otros campos de la estadística, se maneja en sus guarismos habituales, pese a tener todavía mucho margen de maniobra para mejorar otros.

Y es que en el capítulo reboteador (2'7 por 2'6) no afloja, al contrario que en pérdidas de balón (1'1 por 1'6) y asistencias (2 por 1'6). Mejor le van las cosas a la hora de recuperar balones (0'9 a 1'6).

Fino desde la línea de triple, ése ha sido su principal argumento en la práctica totalidad de los once partidos que hasta esta madrugada ha disputado un Rudy que sigue siendo un ídolo para la parroquia del Rose Garden, y que dentro del vestuario de los Blazers ocupa un lugar notable dentro de la jerarquía del grupo rojinegro, que deportivamente está completando uno de sus mejores inicios en los últimos años, instalándose en la parte alta de la División Noroeste de la NBA, camino de completar el objetivo de repetir presencia en los 'playoffs'.