El sexto hombre

El balear ha visto recompensada su dilatada trayectoria dentro de las veinte pulgadas del Trial Bici, después de haberse colgado la plata mundialista en dos ocasiones (2006 y 2007) y lograr la segunda posición en la Copa del Mundo. Unos logros que le llevaron a ser distinguido por la Real Orden del Mérito Deportivo (2008) y asentarse dentro de la selección española, en la que ha compartido multitud de horas de viaje y concentración con Marga Fullana.

La lesión de Dani Comas (26'') le abrió las puertas del equipo en el pasado Mundial, pero tener que competir en una categoría que no es la suya le obligó a abandonar. Pese a ello, el contar los cuatro mejores resultados le permitió subir a lo más alto del cajón, colgarse el oro y vestirse de arco iris. Y eso que el concurso individual era su objetivo, reservándose tras sufrir un golpe entrenando dos días antes. A la postre, sería cuarto, pese al accidente mencionado, y se quedaría a las puertas de otro podio.

Koxx es el patrocinador principal de un Carles Díaz que, pese a la falta de apoyos, mantiene la ilusión por el Trial Bici. «Hace tiempo que no tengo esperanzas. Se te valora por el peso mediático de un deporte, y el no ser una especialidad olímpica te cierra muchas puertas. De esto no se puede vivir, pero yo soy feliz y a estas alturas, no espero nada de nadie», explica el ciclista, que ha convertido el Dic de l'Oest, Lluc o Lloseta como escenarios de sus entrenamientos.

La Copa del Mundo, el Europeo y el Mundial son sus objetivos de cara a un 2010 que ya prepara, aunque a medio plazo, le gustaría que en Mallorca hubiera una zona de trabajo específico para los practicantes del Trial Bici. «El problema es para los chicos que empiezan. No tienen dónde entrenar y eso ayudaría a poner en marcha un Campeonato de Balears que motive a mucha gente a recuperar su afición en serio», comenta Díaz, que ha recibido en más de una ocasión la ayuda de la Federació de Ciclisme de les Illes Balears, a la que planteó la creación de un 'Trial Parc'.

Pese al vértigo que producen sus maniobras al límite, Carles Díaz afirma contundentemente que «no es un deporte peligroso, pero requiere de mucho trabajo y sacrificio», admite el ciclista, que sueña con alcanzar el título individual tras quedarse a un paso en dos oportunidades. Eso sí, a la hora de reivindicar su deporte, Carles Díaz ya tiene un oro como arma de presión.