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La plantilla del Mallorca toma la palabra. Veinticuatro horas después de que salieran a la luz los salarios del primer equipo y el cuerpo técnico, Pep Lluís Martí subió a la tribuna de oradores para exponer públicamente las sensaciones del vestuario y abordar la enésima polémica que sacude al club en los últimos meses. Según el centrocampista, que ejerce este año como uno de los capitanes del cuadro bermellón, «a nadie le hace gracia que se sepa lo que cobra por su trabajo», aunque el grupo tampoco quiere concederle demasiada trascendencia al asunto. «Es algo poco habitual y es la primera vez que veo que pasa esto en el fútbol, pero ya no hay que darle más importancia. La gente lo ha leído y ya está, no importa darle más vueltas», destacó.

Martí cree, además, que las informaciones aparecidas «no muestran nada ilegal» y que al ser verdaderas «no hay ningún problema». «Ha pasado y ya está, no podemos cambiar nada. Es como cuando ganas un partido. Al día siguiente te olvidas y pasas página», argumentaba.

El jugador palmesano se refirió también a la reunión que mantuvo ayer el plantel con Mateu Alemany, justo después de posar para la fotografía oficial de cada temporada. «Nos ha dicho que estemos tranquilos y unidos, que es lo que estamos demostrando desde hace tiempo. Vamos de problema en problema y el equipo está sexto. No creo que haya nada que pueda desestabilizar a esta plantilla», señalaba.

En esa misma línea, Martí insistió en que la plantilla ya se ha acostumbrado a los movimientos que sacuden a los despachos: «En este club cada día hay algo nuevo. Empezamos con Davidson y a partir de ahí hemos tenido de todo. Sin embargo, estamos sextos en la clasificación y compitiendo contra equipos mucho más poderosos. Si estamos ahí, es que no hay nada que pueda desestabilizarnos. Todos sabéis lo que hemos sufrido últimamente y lo que nos pasó el año pasado en la primera vuelta nos puede volver a ocurrir. Tenemos un calendario muy complicado en casa en la segunda vuelta y cada partido será a vida o muerte».

El pivote reconoció también que el propietario del club le ha pedido un nuevo empujón a la plantilla para acabar el 2009 a lo grande. «Nos ha comentado lo que pasa durante este mes y que teníamos que intentar acabar el año de la mejor manera posible», relataba. «No quiere que pensemos que Navidad está cerca porque hay que hacer otro esfuerzo. Tenemos el último partido en casa y no podemos dejarlo pasar para cerrar el año lo más arriba posible», agregaba.

Martí, cuyo contrato con el Mallorca finaliza en junio de 2010, aseguró que se ve con fuerzas para seguir jugando más allá de esa fecha: «Me veo con ganas y me encuentro bien, pero todavía es pronto para hablar de mi renovación. Soy el único jugador del Mallorca que ha jugado todos los partidos oficiales. Estoy en unas condiciones extraordinarias y no me puedo quejar. Voy a intentar jugar muchos años. Si es aquí, mucho mejor porque es mi club. Y si no, en otro sitio porque todavía tengo fuerzas para hacerlo».