Imagen de Son Moix cuando se comenzó a desmontar la estructura metálica, en septiembre de 2009.

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La oposición en el Ajuntament de Palma ha calificado de «lamentable» la adjudicación de las obras del Palau de Son Moix a una empresa foránea aparentemente vinculada al PSOE, mientras que el equipo de Gobierno en Cort defiende el proceso llevado a cabo y que ha concluido con adjudicar las obras al Grupo San José, una empresa con sede en Pontevedra. De forma sorprendente y gracias a criterios subjetivos, la constructora gallega ha dejado en la cuneta a varias empresas mallorquinas y ganó el millonario concurso. La UTE formada por la empresa mallorquina Amer e Hijos y Sacyr Vallehermoso obtuvieron los mismos puntos, pero las apreciaciones subjetivas decantaron la balanza en favor de la constructora gallega.

La regidora de deportes del Ajuntament de Palma y presidenta del IME, María Isabel González, defendió ayer el proceso de adjudicación de las obras de remodelación en Son Moix manifestando que ha sido «limpio y transparente».

«La ley de contratos de administraciones públicas, que establece los procedimientos en los que hay que llevar a cabo una adjudicación de cualquier tipo obra o servicio prohíbe que se valore la localización de una empresa a la hora de hacer una licitación, es decir, el que una empresa sea malloquina o gallega, está prohibido por la ley que se valore su localización», manifestó González en declaraciones a Onda Cero Radio.

El presidente de UM en Palma, Marc González, lamentó que «se piensa muy poco en clave mallorquina, porque tenemos 100.000 parados y no lo valoramos a la hora de aplicar criterios subjetivos». González considera San José «la constructora de cabecera del PSOE» y advierte que «hay nombres que se repiten con demasiada frecuencia». Sobre el retraso en la remodelación, el presidente de UM en Ciutat cree que se trata de «una tomaudra de pelo». González, que asegura que el proyecto de reforma es un plagio, dice que es «lamentable adjudicar las obras a tres meses de las elecciones cuando hace dos años que podrían haber empezado».

El Partido Popular calificó de «despropósito» todo lo que ha estado relacionado con el Palau d'Esports y en palabras de la que fuera alcaldesa de Palma, Catalina Cirer, regidora ahora en la oposición, «el último capítulo es la adjudicación». «Al final por unos criterios subjetivos ha ganado una empresa de fuera, cuando una de aquí podría haberlo hecho igual de bien o mejor y el contacto seguro que habría sido además más fluido en caso de que puedan surgir problemas. Pero esto es el último capítulo de una cadena de despropósitos lamentable que lo único que han hecho ha sido perjudicar y castigar a los ciudadanos de Palma», manifestó Cirer. «Una instalación de referencia como esta no debía haber sido tan maltratada», añadió.

El PSM lamenta el tiempo de espera para dar una solución al cierre de Son Moix y valora que «al fin se han podido adjudicar las obras y lo único que podemos hacer es lamentar todo el tiempo que se ha tardado desde el 4 de octubre de 2007 hasta ahora». Acerca de la adjudicación de las obras a la constructora San José, el partido nacionalista considera que «la ley es la que es» y espera que «a pesar de que se haya concedido a una empresa de fuera, la adjudicación sirva para crear ocupación y que se utilicen suministradores locales».