El 1-2 en la ida, la sensación de superioridad, el pisotón de Pepe y los rumores sobre el futuro de José Mourinho, cuestionado incluso por la propia hinchada madridista, centran un partido de vuelta en el que los barcelonistas lo tienen todo a su favor frente a un rival excelso en la Liga, pero que padece la tiranía del equipo de Guardiola en las eliminatorias.
El Barça pasó por encima en las semifinales de la 'Champions' de la temporada pasada (0-2 y 1-1) y ha encarado con un 1-2 la actual de Copa de este año. Extrapolando los datos a la llegada de Guardiola, los números son muy favorables a los azulgranas: nueve victorias, tres empates y una derrota (la final de Mestalla).
Pero fiel a su manera de entender el fútbol, Guardiola ha pedido trabajo y recelo ante las opciones de clasificación del rival, consciente de que la eliminación en la Copa también pudiera tener 'daños colaterales' en la lucha por la Liga, competición que domina el equipo madridista.
Guardiola dispondrá de su equipo de lujo. Contará con Pinto en la portería y alineará de salida a Puyol, Xavi y Cesc, que descansaron frente al Málaga en el último partido liguero. A pesar de los temores habituales del técnico azulgrana, el Barcelona se encuentra en el momento preciso y en la situación adecuada para darle una estocada a los madridistas.
Histórico
En la estadística, un dato para medir la recuperación azulgrana en los últimos años con respecto al Real Madrid. En el caso de victoria de los azulgrana se fulminará un dato histórico, hasta la fecha ambos equipos han ganado 86 partidos en los clásicos.
El Real Madrid llega en su momento más convulso de la temporada. Su buena línea en Liga, que lidera con cinco puntos de distancia a su eterno rival, y la perfección por el momento en Liga de Campeones no han podido frenar el terremoto surgido de un nuevo batacazo en un clásico.
Las consecuencias de la imagen de inferioridad y de un planteamiento defensivo de Mourinho en su propio estadio, el Santiago Bernabéu, ha desatado una búsqueda de un topo en un vestuario unido. Informaciones de discusiones internas con el entrenador o el futuro en el aire del técnico, han dejado en segundo plano la actualidad deportiva. En lugar de trasladar un mensaje de remontada a la afición, que en un sector silbó a Mourinho en el último partido de Liga, la polémica interna marca las últimas horas antes de presentarse en el Camp Nou. Con dudas que condicionan el equipo y el dibujo táctico.
Necesita atacar el Real Madrid para remontar la eliminatoria. Mourinho restó importancia a la Copa pero sabe que un triunfo es un golpe anímico importante a su gran rival. Sin los lesionados Sami Khedira y Ángel Di María, el técnico está pendiente del estado de los 'tocados' Pepe, Lass y Esteban Granero. Hace falta un centrocampista destructivo en el trivote.
Hasta última hora no sabrá si arriesga con Pepe o 'Lass'. Puede provocar el regreso en defensa de Carvalho, que tras reaparecer en la ida no estaba para dos partidos en una semana.
El espíritu de fuerza en la presión lo aumentaría la presencia de Callejón entre los titulares. Lucha por un puesto con Kaká. El triunfo de los blancos, que rompería la mala dinámica en los clásicos y derrumbaría un muro psicológico, sería la mejor solución al clima de tensión en el que el Real Madrid llega al Camp Nou, un escenario en el que intentará cambiar la historia.
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