El último tren con destino a Londres pasa por la ciudad rusa de Saransk, escenario de la Copa del Mundo de marcha. Y Álex Flórez será la única baza helvética en una competición en la que el isleño buscará la mínima A sobre los 50 kilómetros marcha (3:59:00), con la B en la recámara (4:09:00).
Tras desaprovechar su primera oportunidad en Eslovaquia -«reventé en el kilómetro 44», confiesa-, la cita de Saransk es un todo o nada para Álex Flórez (ADA Calvià). Y qué mejor regalo de cumpleaños (hace 40 el viernes día 11) que una plaza olímpica.
Orígenes
Su particular historia con Suiza se remonta a los orígenes de su madre. Al tener doble nacionalidad, la Federación Suiza le acogió para competir, después de que la Real Federación Española de atletismo le descartara para luchar por ir a los Juegos Olímpicos o a unos Campeonatos Mundiales, justificándose en su edad.
Lo de la marcha es algo reciente en la trayectoria de Flórez, que hace dos años abandonó el mediofondo para, antes de retirarse de la alta competición, «probar con ella. Gané una prueba y la gente se quedó alucinada de cómo lo hice. Me planteé hacer marcha y en un par de meses me situé entre los diez mejores del ránking nacional».
Opción
Ahora, Álex Flórez tiene ante sí la opción de consumar en forma de clasificación la oportunidad que Suiza le brinda para ampliar la nómina de baleares que competirán en Londres. Sería el primer atleta en la gran cita de 2012, aunque sabe que «no será nada fácil».
El primer objetivo del balear «es acabar, completar los 50 kilómetros, y a medida que avance la prueba, si me encuentro con fuerzas, ir a por la mínima. Todo dependerá de cómo me vaya encontrando, pues es una modalidad exigente». Flórez no esconde que «es el sueño de todo deportista» estar en unos Juegos, y ante su última ocasión para hacer marca en 50 kilómetros (más adelante la podría probar en 20) «lo voy a dar todo», asegura.
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