El presidente de la entidad, Antoni Ramis, recordaba el enorme valor «por las circunstancias en que se produjo el ascenso. Ahora debemos disfrutar el momento y esperar tener el apoyo de las instituciones y del capital privado de Inca. Si no los tenemos, tendremos que plantearnos qué hacer, pero ya trabajamos pensando en la nueva categoría». El dirigente recordaba que «por veteranía e historia» merecían el ascenso y señala en rojo en su agenda la renovación del técnico del ascenso, Nico López.
«Él dice que no quiere seguir para estar con su familia. Es una decisión suya, él acaba contrato pero lo que ha hecho es excepcional. ¡Sólo ha perdido un partido!», exclamaba Ramis, quien tiene claro que su idea es «la de contar con Nico (López). Para nosotros es un lujo y también para la categoría».
Por su parte, el secretario técnico del Constància, Miquel Garriga, se mostraba «ilusionado» por el regreso a Segunda B y traza un futuro equipo basado «en jugadores mallorquines, de toda la Isla. Una plantilla competitiva para salvar la categoría, manteniendo a veteranos del actual plantel». Garriga también recordó que intentará «convencer a Nico (López) para que siga. Hace muchos años que le conozco y espero que quiera seguir con nosotros. Sería lo justo después de tanto esfuerzo para conseguir este ascenso y creo que todos deseamos su continuidad. Si alguien puede llevar esta nave a buen puerto es él».
Mientras, Nico López insistió en el que el logro alcanzado «es un reconocimiento a los técnicos mallorquines» y quiso ensalzar la labor del presidente de la FFIB, Miquel Bestard «para cambiar el formato de ascenso». López afirmaba que es «el mejor momento de mi carrera» tras un final de partido «de película...». Sobre su futuro en Inca, dejó claro que «me ilusiona, pero también estar con los míos... tenemos tiempo y quiero saber qué piensa la directiva y después intentaremos llegar a un acuerdo», admitió.
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