Sandro Rosell, a la izquierda, y Florentino Pérez, a la derecha, en la reunión celebrada ayer. | Bernardo Rodr

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Los clubes de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), enfrentados por el reparto de los ingresos de los derechos televisivos, firmaron ayer una «tregua» a la espera de que las negociaciones entre los dos operadores que retransmiten los encuentros, Mediapro y Canal Plus, se traduzcan en un acuerdo.

«Va a haber partidos este fin de semana, que se celebrarán en el horario previsto», dijo el presidente de la LFP, José Luis Astiazarán, en una señal de la calma que surgió de la reunión de ayer en la sede de esta organización.

El escenario elegido para la firma del alto el fuego en lo que el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, no dudó en llamar «guerra del fútbol», ha sido la Asamblea General extraordinaria convocada por la LFP, en la que por primera vez desde hace tiempo representantes de los bandos enfrentados en el conflicto se han sentado a una misma mesa.

Las fuentes consultadas por Efe han señalado que ha sido precisamente la presencia de Cardenal, que mantiene buenas relaciones con todas las partes, la que ha animado a los clubes «rebeldes» -Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid, Betis, Celta, Espanyol, Getafe, Granada, Mallorca, Osasuna, Rayo Vallecano, Real Sociedad, Sevilla y Zaragoza- a acudir finalmente a la LFP.

Sin respeto

Así, se ha podido ver a un representante del Sevilla, pese a que anteayer su presidente, José María del Nido, aseguró que no viajaría a Madrid tras calificar de «falta de respeto» la decisión de la LFP de convocar una Asamblea General -en la que participan los clubes de Segunda- en lugar de la Junta de Primera División en la que los «rebeldes» habrían tenido la mayoría.

También estaban el presidente y el consejero delegado del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín, respectivamente, el presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa; o el gerente del Getafe, Fernando Santos de la Parra.

Después de cerca de tres horas de reunión, la única conclusión que se ha hecho pública es que la Liga comenzará, tal y como estaba previsto, el próximo fin de semana, según ha comunicado la propia LFP en una escueta nota en su página web en la que señala que la Asamblea «ha sido un foro de debate en el que se han tratado distintas cuestiones de la actualidad del fútbol profesional».

La presencia de los «rebeldes» y la confirmación de la fecha de inicio de la competición en los horarios que habían sido establecidos previamente son señales de que la reunión ha servido para apaciguar los ánimos, ya que los trece clubes habían llegado a amenazar con retrasar el comienzo del campeonato si no se atienden sus demandas.

Las declaraciones de algunos de sus representantes a la salida de la LFP revelan, sin embargo, que han decidido aparcar sus reivindicaciones a la espera de que Mediapro y Canal Plus, que mantienen contactos desde hace días, alcancen un acuerdo lo antes posible, tal vez antes del fin de semana. Así, Cerezo ha calificado de «positiva» la reunión y ha dicho que ésta puede marcar el comienzo de «una buena amistad» entre la LFP y los clubes críticos con este organismo, mientras que el presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay, ha asegurado que el posible plante en la primera jornada de Liga «no se ha discutido».