España camina firme hacia el Mundial 2014, tras firmar su segundo triunfo consecutivo a domicilio, en Minsk, donde goleó a una inocente Bielorrusia con una exhibición de fútbol de Pedro Rodríguez, que asistió de tacón en el primero y mostró una variedad de remates con un triplete goleador.
El sufrido triunfo en Georgia en el estreno dejó errores por corregir a Vicente del Bosque. La fuerza de España provoca que cualquier rival se olvide del escenario del partido y apueste por encerrarse en su terreno de juego. Temiéndose lo peor, el seleccionador español recuperó la fórmula del éxito de la Eurocopa. Apostó por Cesc Fábregas como falso nueve y la movilidad de Pedro, Silva y Santi Cazorla para generar espacios.
España se paseó en Minsk con Pedro bordando el fútbol. Los 5 grados de la climatología y la rapidez del terreno de juego no jugaron en su contra. Se adueñó del balón desde el inicio y se encontró un regalo que no iba a desaprovechar. La línea defensiva del rival adelantada era un descaro. Un disparo en su pie ante la visión de pase de los futbolistas españoles. No se habían cumplido dos minutos y Cesc encontraba el primer hueco. Su desmarque lo veía Silva y entre Filipenko y el poste consiguieron evitar el tanto, con el portero Veremko superado.
El estado de Pedro
No se complicaba en sus cortas posesiones Bielorrusia. O lanzaba una contra gracias a Hleb que nunca acabaron en disparos a Casillas, o apostaban por un juego directo sencillo de defender. Con delanteros como Fernando Torres, David Villa y Roberto Soldado, España jugó sin nueve y no lo añoró. Ayudó el momento dulce de Pedro. El futbolista español que mejor ha comenzado la temporada.
Inventó el primer gol a los doce minutos, en una de esas jugadas en la que todos tocan el balón, y que cambió con una genialidad en forma de taconazo a la velocidad de Jordi Alba, quien tras partir en fuera de juego marcó con calma después de sentar al portero rival.
Todo lo que tocaba Pedro acababa en peligro. Sus jugadas por la izquierda. Sus apariciones por el centro. La ayuda en la presión para robar y lanzar un ataque veloz. Eléctrico. Sobrado de calidad. Asociándose con todos. Silva le puso el pase y el canario la picó a la red. El trabajo estaba hecho en veinte minutos. España ya había asaltado el liderato pero quiso más.
No hubo reacción bielorrusa en la segunda parte. Los dos partidos disputados ante Francia y Georgia había merecido más, pero ayer hizo reverencias a la selección campeona del mundo y dos veces consecutivas de Europa.
Antes de aplaudir a Pedro que cerró el duelo con dos goles de una definición sublime. A los 69 minutos un robo de Arbeloa lanzó una jugada mortal de segundos. Xavi lanzó el pase en profundidad a la velocidad de Pedro, que metió el pie abajo, a ras de césped, para superar por alto la salida del portero.
Dos minutos después. ponía el broche de oro a su mejor día de internacional, firmando el 'hat-trick' en una acción de dibujos animados. Cesc presionó a Martinovich, se la robó y se la puso a Pedro. Cosió el esférico a su bota, saltó al portero cuando se vencía y marcó a puerta vacía. Del Bosque movió el banquillo para hacer ganar confianza a Raúl Albiol o David Villa, que firmó un larguero.
España resolvió con calidad antes de afrontar el duelo que dirá quien da un paso hacia el Mundial de Brasil. El combinado nacional y Francia, los favoritos del grupo, se la juegan el martes.
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