La reválida de Sete Benavides

Benavides llega con la moral reforzada (aunque tras un movido viaje por el importante retraso en su vuelo) tras conseguir el bronce en el Mundial Sub 23 de Canadá, y dispuesto a sacarse la espina del Europeo absoluto (4º) y el Sub 23 (descalificado). El ser campeón de España de la modalidad olímpica le da billete directo para el Campeonato, en el que comparece gracias al apoyo incondicional y permanente de su club y del Ajuntament de Pollença, que colabora con el proyecto de Sete a través de un patrocinio al deportista más internacional del municipio.

Ambición

Kiko Martín, entrenador de Benavides, será su sombra en Duisburgo, y tiene claro el preparador que «si salen los tiempos como en Mallorca, habrá medalla», confesando que lo que su pupilo necesita es «una regata rápida, pues no tiene ni peso ni estatura para una lenta. Aunque sabemos que podemos ir a por medalla, lo importante es que adquiera experiencia», recuerda el técnico, sabedor de que 2013 «es el primer paso hacia Río».

Sete, que se unirá a la nómina de deportistas de la UCAM (estudia ADE), es consciente de que puede regresar con un metal al cuello, pero también de la dificultad de ello. «Somos los mismos que en el Europeo, y tal vez el más peligroso sea el campeón olímpico, el ruso Shtyl, pero en 200 metros, todos tenemos opciones, aunque hay que ir paso a paso y meternos en la final. Ahí, ya veremos», asegura Sete, que competirá el viernes (clasificatorias), sábado (semifinales) y domingo (final) en un Mundial clave para «mantenernos entre los mejores y de cara a ayudas como el ADO».