El murciano Alejandro Valverde es una de las bazas del equipo español. | Reuters

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Tras las pruebas por equipos e individuales contrarreloj, llegan los tres últimos días de los mundiales de Florencia con las carreras en ruta y con los cinco últimos jerseys arco iris en juego, en las que los españoles confían en colgarse alguna medalla.


La principal baza española estará en la prueba elite del domingo, con Alejandro Valverde (Movistar) y Joaquím Purito Rodríguez (Katusha), con tres y una medallas en su haber respectivamente en anteriores citas mundialistas, que partirán con los galones de líderes que les ha concedido el seleccionador Javier Mínguez.
Al murciano y el catalán puede unirse el oro olímpico en ruta en Pekín 2008, Samuel Sánchez (Euskaltel), que también podría tener algo que decir.

Tras la irrupción a lo grande en el Mundial de Verona 1999 del cántabro Óscar Freire, que sumó tres jerseys arco iris (además de 2001 y 2004) que le aupa a lo más alto de esta prueba junto al italiano Alfredo Binda y los belgas Rik Van Steenbergen y Eddy Merckx, en Florencia será la primera vez que el combinado español no haya estado pendiente de él tras abandonar la práctica del ciclismo activo al final de 2012, aunque también se lo perdió por lesión en un par de ocasiones.

En el resto de categorías también será una de las ruedas a vigilar la del reciente vencedor del Tour del Porvenir, Rubén Fernández (Caja Rural-Seguros RGA), que deberá demostrar sus cualidades un día antes, el sábado 28, en una prueba de un día en la que la limitación de participantes por equipo favorece a los que mejor se desenvuelven en carreras tácticas.

Circuito exigente


La entrada en escena del circuito florentino de 16,570 kilómetros, que se afrontará con algunos kilómetros previos en todas las categorías salvo la categoría júnior femenina, será el juez que dictará sentencia.

Las ascensiones a la cota de Fiesole y Vía Salvati, la primera con 4,3 kilómetros de ascensión con un porcentaje de desnivel medio del 5,2% y una máxima del 9%, y la segunda a cinco kilómetros del final con solo 600 metros pero que emula a los clásicos muros belgas con una pendiente media del 10,2% y una máxima del 16%, serán las encargadas de seleccionar a los candidatos al jersey blanco arco iris y a los otros dos ciclistas que le acompañarán en el podio.