Hasta este viernes la ronda de cuartos de final en tierra ha sido una maldición para Nadal, con derrotas en esa instancia en Montecarlo y Barcelona. Rafa, que no ha perdido tres veces en tierra desde el 2004.
Berdych, sexto del mundo, ganador este año en Rotterdam, finalista en Dubai y Oeiras, además de alcanzar las semifinales del Abierto de Australia y Miami, debía ser la pieza clave para calibrar el estado de Nadal, y en teoría poner en apuros al español, pero el checo salió arrollado por el número uno del mundo.
Mucha de la culpa de su victoria número 18 ante Berdych la tuvo el saque. Nadal no cedió su servicio ni una vez, y afrontó con solvencia el único punto de rotura que Berdych dispuso, en el primer juego del partido. Incluso llegó a sacar a 213 kilómetros por hora en una ocasión.
Por contra Nadal fue certero a la hora de concretar las roturas de su rival. Una en el séptimo del primer parcial y otras dos en el tercero y en el séptimo de la segunda manga, con Berdych ya deseando irse a los vestuarios.
Como suele ser habitual, la pista Manolo Santana se llenó de jugadores del Real Madrid y Atlético de Madrid. Gareth Bale, Iker Casillas, y los atléticos Filipe Luis y Arda Turan fueron testigos de la victoria del defensor del título en una hora y 27 minutos en una tarde de calor intenso.
Sin ceder un solo set en tres partidos disputados, Nadal disfruta en Madrid de su mejor actuación este año en tierra batida. Doblegados antes el argentino Juan Monaco y el finlandés Jarkko Nieminen, poco a poco su derecha va consolidándose, y hoy regaló un par de ellas en carrera a Berdych que le dejaron atónito, como la que sirvió para sellar la rotura en el tercer juego del segundo set.
Odia Berdych tener que defenderse y busca por contra dominar con sus golpes planos, pero el finalista hace dos años no encontró la fórmula esta vez, quizás porque desde mediados del primer set ya estaba asfixiado por un par de largos intercambios con Rafa.
El de Manacor «coleccionó» un nuevo aviso del juez de silla, por exceso de tiempo al servicio en el quinto juego del primer parcial, pero en esta ocasión, ni siquiera se inmutó. Optó por seguir concentrado buscando los ángulos en la pista de Berdych y cerrando el puño cada vez que lograba un punto vital.
2 comentarios
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Verdaderamente siempre hay personajes que denigran cualquier cosa, a Rafa Nadal no le importa quien está en la grada, ha ganado en cualquier situación y ante cualquier adversidad, y como buen deportista ha sabido perder. No como otros que se visten del color del nacionalismo deportivo. A ver sí aprendemos un poco. Rafa es una leyenda viva. Un poco de respeto,
Nadal debe estar en su salsa. Merengones por las gradas. Que más se puede pedir