Juan Padrón el día que fue detenido. | Efe

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El vicepresidente económico de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Juan Padrón, salió esta tarde de la prisión de Soto del Real tras haber abonado la fianza de 300.000 euros que le impuso el juez del caso Soule con dinero prestado por el exseleccionador nacional, Javier Clemente.

Según explicó a los medios de comunicación tras salir del centro penitenciario en el que ingresó el pasado 20 de julio, Clemente tardó «cinco minutos» en depositar el dinero exigido por el juez Santiago Pedraz cuando Padrón se lo pidió.

También defendió la gestión económica «extraordinaria» que, a su juicio, se ha llevado a cabo en la Federación Española de Fútbol y puso la mano en el fuego por Ángel María Villar, presidente de la REFE suspendido cautelarmente por un año.

«El sumario se basa en indicios que no son sólidos», añadió Padrón, que dijo tener pruebas para rebatir todas las acusaciones contra él.

Se refirió al caso Soule como «el gran montaje de un desequilibrado mental que nos ha llevado al 'Watergate' de la Federación» en referencia al expresidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal.

«Los votos no se compran. Los votos se ganan. Teníamos que tener muchísimo dinero para comprar a todos los que dicen que hemos comprado», continuó Padrón, para quien la labor que ha llevado a cabo en las últimas décadas en Canarias y en la RFEF «no tiene parangón».

A su juicio, el fútbol español «no es tonto» y todo lo ocurrido en las últimas semanas se basa en indicios. «Se presume... ¡ya está bien de interpretar y de resumir los pensamientos de los demás!».

Por último, el vicepresidente económico de la RFEF denunció las «torturas» que en su opinión tienen lugar en España. «Hay mucha clase de tortura -explicó- los tres primeros días que me sacaron de mi casa (cuando fue detenido por agentes de la Guardia Civil) no se los deseo a nadie».

Padrón abandonó la cárcel de Soto del Real (Madrid) un día después de que lo hiciesen Ángel María Villar y su hijo Gorka, que abonaron sendas fianzas de 300.000 y 150.000 euros.

El magistrado de la Audiencia Nacional les puso estas fianzas porque considera que no existe riesgo de fuga y «difícilmente podrían obstaculizar la instrucción», al haberse practicado ya las diligencias «urgentes» de la causa, entre ellas la declaración de los principales imputados.

Una vez han quedado libertad, los tres tendrán la obligación de comparecer semanalmente ante el juzgado más próximo a sus domicilios, deberán entregar el pasaporte y facilitar además un teléfono móvil donde puedan estar localizables si son requeridos en cualquier momento para ponerse a disposición del juzgado.

Entre otras cosas, el juez imputa a Padrón haber desviado dinero de la federación «excediéndose en sus facultades de administración del patrimonio» de ésta.